Síntomas de ahogamiento en la mascota
Veterinaria clínica de pequeños animales
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Para reconocer los síntomas de asfixia en un animal de compañía, debemos saber que ante una situación de ahogamiento, en un primer momento nuestra mascota puede mostrarse muy nerviosa, jadeando y presentando una disnea (dificultad respiratoria) importante. Por dicho motivo, intentará toser y colocar el cuello y la cabeza estirados para respirar mejor, y a veces podemos escuchar ruidos estridentes al respirar.
Al no llegar correctamente el oxígeno a la sangre, se generará una situación de hipoxia en la mascota, que podremos detectar por la presencia de cianosis, que es la coloración azulada de las mucosas (cara interna de los labios, encías, paladar y lengua y de la conjuntiva ocular). La excepción es la intoxicación por monóxido de carbono, en la que las mucosas están rojizas.
A partir de aquí, el animal puede dejar de respirar (parada respiratoria) y desplomarse inconsciente. En ese caso, notaremos que el tórax deja de moverse rítmicamente, y si acercamos a la nariz un cristal (gafas, móvil, espejo), no se empañará.
Si transcurren más de 3-5 minutos, se puede producir una parada cardiaca, que agrava la situación y puede terminar con la vida de la mascota si no se actúa con rapidez. Para detectar si el corazón está bombeando, se debe tomar el pulso en la cara interna del muslo, o palpar el latido colocando la palma de la mano sobre el tórax, cercano al esternón.
Pruebas diagnósticas tras la situación de asfixia
Cuando el animal se encuentre estable es aconsejable acudir al veterinario para descartar la presencia de otros cuerpos extraños o masas mediante radiografías o endoscopia. Además, es recomendable realizarle una analítica de sangre para comprobar el buen funcionamiento orgánico y la recuperación de la oxigenación de la sangre.
Creado: 8 de noviembre de 2019