Cojera en los perros
La cojera en los perros es un motivo habitual de consulta veterinaria. Conoce las causas por las que tu perro cojea, ya sea un problema osteomuscular o un proceso sistémico, y qué opciones existen para tratarla.

Tipos de cojera en los perros y cómo se diagnostican

Por: María Bayón Piedrabuena

Veterinaria clínica de pequeños animales

Actualizado: 29 de julio de 2022

La cojera en los perros se define como la anormalidad en el apoyo de las extremidades, pero no todas las claudicaciones se manifiestan de la misma forma. De hecho, la forma y el momento en que se producen puede ayudar a la hora de averiguar su origen en tu mascota.

Existen diferentes tipos de cojeras en los perros:

  • Cojera de apoyo: el animal apoya la pata, pero la mantiene en el suelo durante poco tiempo, descargando el peso sobre la extremidad sana. Cuando afecta a las extremidades anteriores, se suelen acompañar de un movimiento vertical de la cabeza, mientras que si las extremidades posteriores son las dañadas, la cabeza se mantiene más gacha.
  • Cojera de elevación: el perro no apoya la pata, dejándola suelta o encogiéndola, de forma que camina “saltando”.
  • Cojera en frío: se observan más claramente al iniciar la marcha tras un periodo de reposo prolongado. Son típicas en los problemas articulares en los canes, como la artrosis.
  • Cojera en caliente: se agravan con el ejercicio. Características de las dolencias musculares.

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Diagnóstico de las cojeras en los perros: llegar al origen del problema

Si percibes que tu perro cojea debes acudir a tu veterinario para que averigüe el origen del trastorno y pueda aplicar el tratamiento óptimo para aliviar a tu mascota. Para ello, primero te solicitará información acerca del problema, por lo que es importante recordar desde cuándo se produce la cojera en tu fiel amigo, posibles traumatismos que hubiera sufrido el can en los últimos días, el tipo de cojera (en frío, o en caliente), y si has notado otros síntomas en tu mascota, como pérdida de peso, decaimiento o fiebre.

Diagnóstico de las cojeras en los perros
El veterinario explorará a tu mascota buscando posibles cuerpos extraños, heridas, deformaciones, zonas de inflamación, y puntos de dolor.

Posteriormente, y siempre que el animal sea capaz de hacerlo, tu veterinario observará cómo camina y trota desde distintos puntos, e incluso realizará un vídeo para comparar la evolución de la cojera en las revisiones sucesivas. Durante la exploración física, dependiendo de los datos obtenidos, buscará posibles cuerpos extraños, heridas, deformaciones, zonas de inflamación, y puntos de dolor.

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Para descartar o confirmar la presencia de fisuras, fracturas, displasia, neoplasias, y cualquier otra alteración ósea o articular en tu mascota, es indispensable la utilización de técnicas complementarias de diagnóstico, como la radiografía, la ecografía, la resonancia magnética o TAC. A veces, será necesario la sedación o anestesia del animal para llevar a cabo estas pruebas.

Además, en algunos casos puede ser necesario realizar una biopsia, tomar una muestra del líquido sinovial articular, o realizar una artroscopia, una técnica en la que se accede al interior de algunas articulaciones para diagnosticar y, muchas veces al mismo tiempo, tratar las dolencias del perro cojo. Para complementar el estudio y para diagnosticar trastornos inmunológicos o enfermedades infecciosas, es imprescindible realizar una analítica sanguínea y de orina del animal.

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Creado: 7 de diciembre de 2017

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