Tu gato maúlla demasiado, ¿a qué se debe?

Los gatos maúllan por múltiples razones. Puede ser que necesite mimos pero también que está hambriento o enfermo. Te explicamos a continuación qué debes saber cuando no paran de maullar y no sabes por qué es.
Tu gato maúlla demasiado

Por: Diana Oliver

Periodista especializada en vida sana, maternidad e infancia y mascotas

Actualizado: 4 de mayo de 2023

Compartir el día a día con un gato implica un aprendizaje constante, sobre todo si no hemos convivido antes con un felino. Entre las cosas que más nos sorprenden, y nos preocupan, están los maullidos. ¿Por qué maúllan los gatos? Las razones son múltiples, y cambian a lo largo de la vida de nuestro compañero. Así lo cuenta Ana Anglada de Espínola, veterinaria del centro veterinario AnagaVets, que explica a Webconsultas que los gatos pueden emitir más de 100 vocalizaciones distintas, por lo que “entenderles es cuestión de pasar tiempo con ellos, observarlos y ver cómo interaccionan con nosotros”. Por ejemplo, según la experta, el maullido que emiten para pedir mimos o para jugar es diferente a un maullido que pueden hacer para avisarnos de que hay algo que les estresa o que se encuentran mal. 

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A continuación os contamos cuáles son los motivos más habituales que les llevan a maullar, cuándo debemos preocuparnos y qué mitos son los más extendidos en torno al maullido de los gatos.

Motivos por los que los gatos maúllan

Uno de los mitos más extendidos es que los gatos sólo maúllan para comunicarse con hombres o mujeres. Según explica la veterinaria Ana Anglada de Espínola, aunque es cierto que entre ellos la mayoría de las veces se comunican de forma “no verbal”, recientemente se han realizado estudios que demuestran que los gatos maúllan y ronronean para comunicar sus estados de ánimo a otras especies y no sólo al ser humano.

Gato maullando

Otro mito que circula acerca del ronroneo gatuno, y que señala la veterinaria, es ese que dice que “cuando un gato ronronea está tranquilo y feliz”. Esto, según Anglada de Espínola, no siempre es así ya que pueden ronronear cuando están enfermos, si se sienten vulnerables o ante una situación de peligro. 

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Y es que, todos los animales tienen, tenemos, un sistema de comunicación propio. En el caso de los gatos utilizan un lenguaje muy sofisticado basado en maullidos, pero también las posturas, el olor o las expresiones faciales, incluso los sonidos guturales, son parte de su sistema comunicativo. Saber descifrar lo que nos quieren decir en cada momento no es fácil. Con el tiempo, y la convivencia, iremos identificando lo que nos quieren decir.

Estos son los motivos más habituales por los que los gatos maúllan y cómo identificar qué necesitan:

  • Gato maullando por hambre

    Para pedir mimos, comida o juego

    Los gatos tienen fama de ser muy independientes, muy suyos. Es cierto que les gusta tener su espacio, que eligen muy bien a su cuidador principal, pero también son un saco de mimos y atención. Es muy probable que tu gato maúlle para pedirte que le acaricies, que le pongas comida porque su plato está vacío (o porque le gusta lo que tú estás comiendo) o simplemente porque tenga ganas de jugar.

  • Gato maullando para saludar a su dueño

    Para saludarnos

    Muchos gatos maúllan cuando sus cuidadores llegan a casa. Es una forma de saludarles, y decirles que les ha echado de menos. Suelen ser maullidos suaves, que esperan una caricia y un saludo de vuelta.

  • Gato maullando por estrés

    Para indicar que hay algo que les produce estrés o se encuentran mal

    Cuando un gato siente una situación como estresante o se encuentra físicamente mal por una enfermedad nos lo hacen saber. Son maullidos que pueden ser más intensos, incluso tristes.

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Cuándo el maullido de tu gato puede ser preocupante

Por último, Ana Anglada de Espínola insiste en que si nuestro gato comienza a maullar en exceso o hay un cambio sustancial en el tono del maullido que no se había producido antes, y no identificamos por qué lo hace, es importante que consultemos con el veterinario. 

“Puede ser por alteración de comportamiento o por problemas orgánicos como puede ser dolor, hipertensión, hipertiroidismo o incluso disfunción cognitiva. En cualquier caso, ante la duda, es importantísimo acudir al veterinario”, concluye.

Creado: 8 de octubre de 2021

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