Diagnóstico de la conjuntivitis en los gatos

Inicialmente el veterinario te realizará algunas preguntas para orientar mejor el diagnóstico de la conjuntivitis de tu gato. Es importante recordar cuándo aparecieron los síntomas, y si se produjeron de manera unilateral o bilateral, si has observado secreciones oculares, nasales, tos y estornudos, o si el animal se rasca a menudo. A continuación, explorará los ojos de tu felino y realizará algunas pruebas complementarias.

Mediante la oftalmoscopia directa y la proyección de una fuente de luz, se pueden observar la integridad de las estructuras externas del ojo del felino, el grado de hiperemia, y el tipo de secreción ocular. Esta puede ser estudiada al microscopio para observar la presencia de bacterias y células defensivas. Además, puede analizarse la presencia de partículas víricas.

A veces, para llegar a determinar el origen de la conjuntivitis del gato y sus posibles complicaciones, es necesario realizar pruebas adicionales. Para comprobar que la producción de lágrima es normal, se utiliza el test de Schirmer, que consiste en colocar una tira de papel graduado sobre el párpado, que se irá coloreando a medida que la secreción avanza. Es muy útil para descartar queratoconjuntivitis secas.

Para determinar si existen úlceras corneales se usa el colirio, o las tiras impregnadas en fluoresceína, un colorante que se fija en las zonas de la córnea dañadas, y que se observa al enfocar luz sobre el ojo.

La tonometría es una técnica para medir la presión intraocular, que puede alterarse en enfermedades oculares como el glaucoma o la uveítis.

En caso necesario, pueden llevarse a cabo otras pruebas, como la ecografía ocular, la radiología, o analíticas sanguíneas, para diagnosticar enfermedades sistémicas que secundariamente producen conjuntivitis felina.