Diagnóstico de la sarna en el perro

Si observamos la sintomatología descrita en el apartado anterior en nuestro perro, debemos acudir al veterinario para que le realice un examen completo de su estado general y particularmente de su piel. Existen otras enfermedades, como la alergia, el pioderma, o las infestaciones por pulgas que comparten algunos síntomas con los producidos por la sarna canina, por lo que es importante descartarlas primero.

Si han aparecido pápulas rojizas en tu piel o sientes picor, no te sientas avergonzado y coméntaselo a tu veterinario, ya que es un dato relevante que puede ayudar en el diagnóstico. Además, consulta con tu médico de cabecera para que confirme si te has contagiado de sarna; aunque no debes angustiarte, ya que las sarnas transmitidas por los perros suelen resolverse por sí solas, o con un tratamiento adecuado.

Pese a que los síntomas pueden orientar mucho, el diagnóstico definitivo de la sarna canina pasa por la observación de los ácaros al microscopio. Para ello, tu veterinario necesitará obtener una muestra de la piel o el pelo de tu mascota. Utilizando unas pinzas, tomará una pequeña cantidad de pelo de los diferentes lugares lesionados para realizar un tricograma.

También es útil para confirmar si tu perro se ha contagiado de sarna estudiar los restos de piel que quedan sobre el pelo en forma de escamas, atrapándolas con material adhesivo, o raspar la piel para llegar a planos un poco más profundos y realizar una citología. A veces, es difícil observar los ácaros al microscopio y es necesario repetir la prueba.