Enfermedades dentales caninas: maloclusión y enfermedad periodontal
Veterinaria clínica de pequeños animales
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Al igual que las personas, el perro puede sufrir diversos problemas que afecten a su dentadura, y por consiguiente, a su mordida. Algunas de ellas pueden incluso causarle complicaciones mayores que le hagan perder piezas o afecten a otros órganos. Por ello, conviene que conozcas cuáles son, cómo identificarlas y cómo puedes ayudarle a tratarlas y prevenirlas. Pero antes, conozcamos un poco mejor cómo es la sonrisa de tu fiel amigo.
¿Cómo es la boca de mi perro?
La boca del perro está conformada por los labios, los dientes, la mucosa oral, las encías, el paladar y la lengua. La base ósea está compuesta por el maxilar, en la parte superior, y la mandíbula, en la inferior. Sobre estos huesos se asientan los dientes. Cada pieza dental, presenta una parte externa, la corona, y otra interna, la raíz, cubierta por la encía. A su vez, los dientes están formados por varias capas: el esmalte, la dentina y la pulpa dental. Esta última es la más interna, donde se alojan vasos sanguíneos y terminaciones nerviosas.
En el perro adulto, la dentición definitiva está formada por 42 piezas en total: 12 incisivos, 4 caninos, 16 premolares y 10 molares. Cuando un cachorro nace, los dientes deciduos, temporales o de leche aún no han erupcionado, lo harán poco a poco desde los 15 días de vida. A partir de los tres meses y medio, irán perdiendo los dientes de leche para ser sustituidos por los dientes permanentes, que habrán erupcionado completamente al año de edad.
Problemas de mordida o maloclusión dental en el perro
La oclusión normal o “mordida en tijera” del perro es la alineación adecuada entre los dientes maxilares y mandibulares. Los problemas de maloclusión en el can se deben a una alineación incorrecta de diverso origen. Por ejemplo, una malformación heredada genéticamente u originada durante el desarrollo embrionario, que se muestra desde el nacimiento del animal. También puede deberse a un origen traumático, en el que los huesos y dientes se desvían al sufrir una fractura o luxación, o por retención de dientes deciduos, que empujan y desvían otras piezas dentales.
Existen varios tipos de maloclusión dental que pueden afectar al perro en distinto grado:
Otras patologías que pueden afectar a tu peludo amigo relacionadas con la dentición son:
Enfermedad periodontal en el perro
En la boca del can es normal encontrar bacterias, pero el acúmulo excesivo sobre los dientes es la causa primaria que origina la enfermedad periodontal. Las bacterias son capaces de utilizar la materia orgánica acumulada y generar compuestos químicos que modifican la acidez normal de la boca. Al mezclarse con la saliva, que en el perro es mucho más activa que la nuestra, se favorece la formación de sarro (calcificación de la placa bacteriana).
Hay que tener en cuenta que, al contrario que en las personas, la caries (desmineralización del diente y destrucción del tejido orgánico interno), no es un problema frecuente en el perro, pero sí el acúmulo de sarro y, por simple que parezca, si no lo eliminamos, puede ocasionar complicaciones serias.
El depósito de sarro provoca inicialmente una inflamación de la encía (gingivitis) de carácter leve; es la fase inicial de la enfermedad periodontal. Si el sarro no se elimina, continúa acumulándose, incluso por debajo de la encía, generando verdaderos cálculos dentales. Esta situación desencadena en una gingivitis de carácter más grave y la pérdida de unión del diente con el tejido que lo rodea, exponiéndose a tu mascota la aparición de infección; es la fase avanzada de la enfermedad periodontal. En este punto es posible la pérdida irreversible de dientes o la aparición de complicaciones graves que afectan a otros órganos, como el corazón (endocarditis bacteriana).
Creado: 27 de diciembre de 2017