Hipertiroidismo en los gatos
Veterinaria clínica de pequeños animales
Actualizado: 4 de mayo de 2023
El hipertiroidismo también puede afectar a los gatos, de hecho, más de lo que pensamos. Un estudio reciente cifraba que un 10% de los gatos españoles sufre este problema que afecta a su metabolismo, cuyo principal síntoma es la pérdida de peso a pesar del aumento del apetito.
Los gatos con hipertiroidismo sufren una disfunción de la tiroides, una glándula endocrina situada en el cuello, adyacente a la laringe, que consta de dos partes o lóbulos unidos entre sí y que se encarga de las secreción de dos hormonas: la tiroxina (T4) y la triyodotironina (T3). Estas sustancias controlan el metabolismo corporal, fundamental para regular el crecimiento, la temperatura, la frecuencia cardiaca y el nivel de energía. A su vez, la producción de T4 y T3 está influida por la secreción de tirotropina (TSH) en la hipófisis y de TRH en el hipotálamo, dos áreas del cerebro relevantes para el sistema endocrino.
La glándula tiroides de los felinos con esta alteración secreta de manera autónoma y descontrolada grandes cantidades de T4 y T3. En el 99% de los casos, esto se debe a una hiperplasia o a un adenoma tiroideo, que son crecimientos benignos de la tiroides. Solo el 1% tiene su origen en un tumor maligno: el carcinoma tiroideo.
Pese al carácter benigno de los adenomas o la hiperplasia, el hipertiroidismo puede afectar seriamente al metabolismo del gato, con consecuencias fatales para su organismo si no se aplica un tratamiento adecuado.
Síntomas del hipertiroidismo felino
Los síntomas del hipertiroidismo felino son suaves al principio, y se vuelven más severos a medida que progresa la enfermedad. Los principales signos que pueden indicar que tu gato sufre este problema endocrino son:
En casos muy avanzados, especialmente si concurren otras enfermedades, los síntomas son los contrarios: inapetencia, letargia y anorexia.
Cómo afecta el hipertiroidismo a los órganos del gato
Las hormonas tiroideas son fundamentales para el buen funcionamiento de muchos órganos, de forma que el exceso de T4 y T3 puede afectar al animal negativamente y causarle:
Factores de riesgo del hipertiroidismo felino
A día de hoy, la causa exacta del hipertiroidismo felino no se conoce, pero existen estudios científicos que relacionan ciertos factores ambientales con el aumento de casos, como:
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Concentración baja de yodo en la dieta: el yodo es imprescindible para el funcionamiento de la tiroides. Si no dispone de él, la glándula se atrofia y no produce T4 y T3. Esto alarma al hipotálamo e hipófisis, que aumentan la secreción de TSH y TRH para que la tiroides secrete más hormonas (feedback positivo). Al final, propicia la hiperactividad de la glándula tiroides, causando hipertiroidismo.
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Dietas húmedas en lata: algunas envases de estas preparaciones alimenticias están fabricados con materiales y aditivos como el resorcinol y el bisfenol A, que reducen la eficacia en la producción de T4 y T3, originando también 'feedback positivo'.
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Edad: gatos a partir de los 8 años de edad. En los mayores de 13 años la prevalencia aumentaba un 14%.
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Raza: se cree que los gatos siameses e himalayos están menos predispuestos a padecer la enfermedad.
Diagnóstico del hipertiroidismo felino
Si observamos en nuestro gato síntomas compatibles con hipertiroidismo debemos acudir al veterinario cuanto antes para que confirme el diagnóstico mediante exploración y pruebas, como:
- Exploración general: incluye la palpación de la glándula tiroides en el cuello (normalmente estará aumentada de tamaño), auscultación cardiaca (pueden detectarse taquicardia y soplos) y toma de tensión arterial (frecuentemente elevada).
- Analítica de sangre y de orina: en el hipertiroidismo están aumentados los niveles de hormonas tiroideas (T4 y T3), de transaminasas hepáticas (ALT, AST y fosfatasa alcalina) y de los indicadores de funcionalidad renal (creatinina, urea, SDMA y fósforo). Los niveles sanguíneos de potasio suelen estar disminuidos. En la orina se pueden detectar niveles altos de proteínas.
- Radiografía, ecografía y electrocardiografía: útiles para el diagnóstico de complicaciones cardiacas.
- Gammagrafía: es una prueba en la que se utiliza un contraste y una cámara de contaje especial para detectar tejido tiroideo funcional en localizaciones no habituales. Solo se realiza en casos atípicos de hipertiroidismo.
Tratamiento del hipertiroidismo felino
El hipertiroidismo en los gatos se puede tratar con medicamentos, cirugía, o yodo radiactivo. Los fármacos antitiroideos, como el metimazol o el carbimazol, actúan disminuyendo la producción y liberación de hormonas tiroideas. Se administran al felino por vía oral o en gel transdérmico diariamente. No consiguen curar la enfermedad, pero sí controlarla a medio-largo plazo.
Apenas tienen efectos secundarios y son bastante bien tolerados por el gato, pero es necesario realizar analíticas sanguíneas periódicamente para ajustar la dosis. Los efectos del hipertiroidismo en otros órganos se suelen corregir una vez iniciado el tratamiento, pero a veces es necesario añadir fármacos antihipertensivos o para mejorar la función renal.
Tratamiento quirúrgico y terapia con yodo radioactivo
La extirpación quirúrgica del tejido tiroideo anómalo puede ser curativa, aunque en algunos gatos la tiroides sana no reseccionada podría desarrollar la enfermedad a largo plazo. Requiere tratamiento antitiroideo previo durante 3-4 semanas y la estabilización de las enfermedades cardiaca o renal preexistentes. No está exento de complicaciones, como el daño en las glándulas paratiroides o el nervio laríngeo.
La terapia con yodo radioactivo es una alternativa eficaz y segura, que no requiere anestesia. Consiste en una inyección de este elemento (I131), que se fija selectivamente en el tejido tiroideo enfermo, destruyéndolo sin afectar a los tejidos circundantes. Los inconvenientes son que solo se realiza en centros especializadas, el coste es elevado, y es necesaria la hospitalización durante unos días del felino hasta que la radioactividad descienda a niveles aceptables por el ser humano.
Prevención y detección precoz del hipertiroidismo en el gato
El hipertiroidismo felino resulta difícil de prevenir, ya que no se conocen con exactitud las causas que lo originan, aunque parecen estar relacionadas con la dieta. Por ello, ofrecer una alimentación de alta calidad con una cantidad balanceada de yodo, y evitar el abuso de comida enlatada, puede ser beneficioso para nuestro gato.
Del mismo modo, es muy recomendable realizar una analítica sanguínea anual, especialmente a partir de los 8 años, para detectar la enfermedad precozmente y tratarla cuanto antes.
Creado: 31 de marzo de 2021