Lesiones dermatológicas en perros: síntomas y diagnóstico

Como la piel del perro es un órgano externo, es fácil reconocer cambios en ella. La dificultad radica en el diagnóstico certero de la dermatopatía canina, ya que estas enfermedades comparten signos y síntomas y pueden confundirse entre sí. Por ello, el primer paso en la consulta del veterinario es recopilar información acerca de los síntomas y lesiones que hemos apreciado en nuestra mascota, el momento de aparición, si hay prurito (picor), cuáles son los hábitos del perro (alimentación, hábitat), si está desparasitado correctamente, e incluso si hemos observado lesiones parecidas en nuestra piel, que puedan ser indicativas de un proceso infeccioso o parasitario.

Lesiones dermatológicas caninas y enfermedades asociadas

Los signos y síntomas de enfermedad que podemos encontrar en los problemas dermatológicos caninos reciben nombres específicos. Estos son los principales:

• Prurito: es sinónimo de picor, que induce al perro a rascarse para aliviarlo, típico en las dermatopatías alérgicas o las infecciosas como el pioderma, el sobrecrecimiento de Malassezia, o la otitis.
• Alopecia: es la pérdida de pelo, derivada del rascado o de un fallo en el ciclo de crecimiento del folículo, como en las dermatopatías endocrinas (hipotiroidismo, síndrome de Cushing).
• Eritema: es el enrojecimiento de la piel, signo de inflamación, frecuente en dermatosis alérgicas, e infecciosas o parasitarias.
• Pápulas: son pequeñas elevaciones redondeadas de la piel. Aparecen en dermatosis alérgicas o parasitarias como la sarna.
• Pústulas: similares a las pápulas, pero con contenido purulento, propias de piodermas y foliculitis bacterianas.
• Costras: son escamas endurecidas superficiales resultado de la cicatrización de heridas o trastornos de la queratinización. Pueden visualizarse en dermatosis alérgicas e inmunomediadas, como el pénfigo, e incluso parasitarias, como la leishmaniosis.
• Nódulos y masas: son redondeados o aplanados, sobre la piel o por debajo de ella. Usualmente los encontramos en infecciones fúngicas y en neoplasias.
• Erosiones y ulceraciones: zonas donde la piel está destruida, exponiendo capas más profundas, generalmente dolorosas y exudativas.

Diagnóstico de las enfermedades de la piel o dermatosis caninas

Tras la recopilación de datos y la exploración del perro en busca de lesiones dermatológicas, el siguiente paso es la realización de pruebas para orientar y confirmar el diagnóstico de dermatosis caninas:

• Citología cutánea: consiste en la toma de una pequeña muestra de la lesión, mediante una punción con aguja fina (PAF) o aposición. Se fija y tiñe, y se observa al microscopio para visualizar células inflamatorias o tumorales, bacterias, hongos o parásitos.
• Raspado cutáneo: se toma una muestra de la piel con la ayuda de un bisturí para luego observarlo al microscopio. Algunos ácaros de la sarna pueden diagnosticarse mediante esta técnica.
• Tricografía: consiste en arrancar folículos pilosos completos para detectar anomalías estructurales (displasias), o la presencia de hongos dermatofitos o ácaros de la sarna.
• Cultivo y antibiograma: en el caso de una infección bacteriana o fúngica, se envía una muestra al laboratorio para determinar el patógeno y elegir el fármaco más adecuado para eliminarlo.
• Biopsia: es la toma de una muestra de la piel en toda su extensión para estudiarla al microscopio. Imprescindible para el diagnóstico de neoplasias.
• Detección de anticuerpos e intradermorreacción: conocidas comúnmente como “pruebas de alergia”, para detectar la reacción frente a alérgenos.