Parvovirosis canina, el mayor enemigo viral de los cachorros
Veterinaria clínica de pequeños animales
Actualizado: 16 de septiembre de 2022
Qué es la parvovirosis canina y cómo se contagia en perros
La parvovirosis es una enfermedad infecciosa provocada por el parvovirus canino tipo 2 y sus variantes a, b y c, que se detectó por primera vez en los años 70. Afecta a perros y otros cánidos silvestres, pero no se transmite al ser humano. No es raro que los perros enfermos de parvovirosis también estén infectados por el virus del moquillo canino.
Se dice que el mayor enemigo viral de los cachorros, ya que es a estas edades, en perros aún sin vacunar los que no han desarrollado defensas para protegerse de sus efectos letales. Los gatos también pueden verse afectados por un parvovirus específico felino, responsable de la panleucopenia felina.
Vías de contagio y comportamiento del parvovirus
El parvovirus tiene una gran capacidad para resistir en el ambiente, incluso en temperaturas extremas, por lo que el contagio es sumamente fácil. Los perros se infectan a través del contacto oral con heces y, más raramente, con vómitos u orina de perros infectados. También es posible la transmisión de madres a cachorros por vía transplacentaria. El periodo de incubación es de entre 5 y 7 días, y los síntomas pueden durar entre 4 y 10 días.
Durante la infección y hasta pasados 10 días después, el animal puede excretar el virus y contagiar a otros perros. El parvovirus tiene afinidad por células que se multiplican rápidamente, como las células sanguíneas de la médula ósea, las células intestinales y las del miocardio, en el corazón, llegando a ser mortal incluso con tratamiento intensivo.
A qué perros puede afectar la parvovirosis
Cualquier perro se puede ver afectado por la parvovirosis, independientemente de su edad, raza y sexo, pero los cachorros menores de un año y de razas como el rottweiler, el dóberman o el pastor alemán son mucho más susceptibles. Si además no están vacunados, o no tienen completo el plan vacunal frente a la parvovirosis, la prevalencia se dispara y las probabilidades de fallecer pese al tratamiento intensivo se multiplican.
Otros factores que influyen en la probabilidad de infección son la falta de calostro (la primera leche producida por las madres, rica en anticuerpos defensivos si su madre está vacunada) y situaciones estresantes (viajes largos, baño, mudanza). Por eso, resulta vital mantener a los cachorros con sus madres hasta los dos meses de edad y cumplir estrictamente el protocolo de vacunación.
Síntomas para identificar la parvovirosis canina
La parvovirosis canina es una infección que puede tener consecuencias fatales para tu mascota, ya que, en cualquiera de las dos formas, el virus de la parvo tiene tropismo por las células sanguíneas de la médula ósea, el bazo y el timo, destruyéndolas y provocando un deterioro importante en el sistema inmune del perro. Asimismo, dependiendo de los sistemas afectados por el Parvovirus existen dos formas de la enfermedad, con síntomas característicos: la forma gastrointestinal y la cardiaca.
Forma gastrointestinal
Es la forma más frecuente y afecta especialmente a cachorros menores de cuatro meses y a algunos adultos. Los enterocitos, es decir, las células que componen las vellosidades intestinales donde se absorben los nutrientes, son elegidas por este virus para asentarse en ellas y destruirlas, provocando síntomas gastrointestinales y generales graves, como:
Forma cardíaca
Esta manifestación de la enfermedad no es frecuente. Afecta sobre todo a cachorros de madres sin vacunar. El virus se asienta en las células del miocardio, destruyéndolas. Esto puede desembocar en arritmias y parada cardiorrespiratoria. Los cachorros suelen fallecer a los pocos días del nacimiento tras un periodo de debilidad y dificultad respiratoria.
Cómo se diagnostica la parvovirosis canina
Si nuestro cachorro aún no está vacunado o no ha completado el programa vacunal, debemos acudir sin demora al veterinario si muestra algún síntoma compatible con la parvovirosis, ya que una actuación rápida puede ser determinante a la hora de salvar la vida al animal. El diagnóstico de la parvovirosis se basa en la observación de los signos clínicos y la detección del antígeno del parvovirus en las heces del perro infectado a partir de los 3-4 días tras la infección.
Una prueba de PCR confirmará el diagnóstico de manera definitiva. Una analítica de sangre será útil para determinar el grado de inmunosupresión que haya provocado el virus, detectándose neutropenia y anemia. Las pruebas de imagen, como la radiografía y la ecografía pueden revelar daños en el intestino, el miocardio y el bazo, que suele estar aumentado de tamaño.
Tratamiento de la parvovirosis canina y cuidados del perro
Actualmente no existe un medicamento que consiga eliminar el parvovirus en los perros, sino que es el propio animal, con ayuda de terapia sintomática, el que debe eliminarlo de su organismo.
Generalmente, los perros afectados por parvo requieren hospitalización durante 4-10 días para recibir medicación intravenosa y monitorizar sus constantes vitales. Deben recibir fluidoterapia intravenosa para reponer la intensa pérdida de líquidos, glucosa y electrolitos a causa de los vómitos y diarreas. Además, serán imprescindibles antieméticos y protectores gástricos para frenar los vómitos, antibióticos para evitar infecciones bacterianas secundarias y analgésicos si hay dolor abdominal.
Cuando hay pérdida de fluidos severa o anemia hay que recurrir a plasma o transfusión sanguínea, y si el animal no come puede necesitar alimentación parenteral o la colocación de una sonda de alimentación. El uso de interferón canino puede ser útil para reforzar las defensas del animal.
Cuidados del perro convaleciente de parvovirosis
Una vez superada la parvovirosis, el can afectado se beneficiará de una dieta digestiva húmeda, en forma de dietas comerciales en lata o casera a base de pollo o pavo, arroz y verduras. Los primeros días en casa, continuará con tratamiento antiemético, antiácido y antibiótico por vía oral. Además, puede ser beneficioso un complejo multivitamínico para abrir el apetito y complementos nutricionales para aumentar las defensas, como los nucleótidos. Los probióticos, en forma de comprimidos, polvo o pasta para mezclar con el alimento, ayudan a reponer la microbiota intestinal.
Hay que ser cuidadosos con la recogida de deyecciones durante el paseo, utilizando lejía diluida para limpiar, ya que aún pueden excretar el virus hasta 14 días después de la infección y ser contagioso para otros perros. La lejía es el producto utilizado para limpiar superficies y objetos que hayan entrado en contacto con el material infeccioso.
Cómo prevenir la parvovirosis en los perros
Completar el protocolo de vacunación del cachorro es de vital importancia para prevenir la parvovirosis canina. La primera dosis se administra a las seis u ocho semanas de edad y la segunda y terceras dosis se aplican a las 12 y a las 16 semanas. Al año de esta última dosis, se revacuna y, posteriormente, se aplica una de recuerdo cada tres años.
Para que la inmunidad se desarrolle efectivamente, los animales deben estar desparasitados interna y externamente con anterioridad y no manifestar signos de enfermedad.
No es recomendable el contacto directo con otros perros hasta no haber completado el calendario de vacunación, especialmente si desconocemos su estatus vacunal, ni tampoco pasear por zonas en las que haya gran afluencia de perros. No obstante, las últimas tendencias admiten que el cachorro pueda empezar a contactar con otros congéneres sanos y vacunados una vez reciban la segunda dosis, ya que, a su edad, el periodo de socialización es muy importante para su desarrollo etológico.
Los perros que han superado la enfermedad no quedan inmunizados permanentemente, por lo que deben vacunarse tras un periodo de recuperación, aproximadamente tres meses.
Creado: 16 de septiembre de 2022