Dr. Juan Sopena Barona
12 de junio de 2011
Cada año se diagnostican en España alrededor de 3.200 nuevos casos de melanoma, el tipo más agresivo de cáncer de piel que, sin embargo, se puede curar hasta en un 95% de los pacientes cuando se detecta en sus estadios iniciales. Por eso, además de prevenir los factores de riesgo que favorecen su aparición, los especialistas insisten en la importancia de las autoexploraciones cutáneas, y en acudir al dermatólogo en cuanto se observen alteraciones sospechosas. El doctor Juan Sopena, Jefe del Servicio de Dermatología del MD Anderson Cancer Center de Madrid, nos explica las razones por las que está aumentando la incidencia de esta afección y qué debemos hacer para evitarla.
Los expertos advierten que es necesario utilizar protectores solares a diario, sin embargo, también debemos tomar el sol para que el cuerpo pueda sintetizar la vitamina D. ¿Impiden las cremas protectoras la absorción de vitamina D? ¿Cómo podemos compatibilizar ambas necesidades?
No lo impiden porque las cremas protectoras, aunque se denominen como ‘pantalla total’ no protegen de todo el espectro de la radiación solar. Y, por otra parte, la dosis de sol necesaria para mantener un metabolismo adecuado del calcio y de la vitamina D es de 15 minutos al día. Sólo de ir andando por la calle vamos a obtener la dosis suficiente de sol para tener un correcto metabolismo de la vitamina D. Es cierto que, normalmente, es la gente mayor la que necesita obtener una mayor cantidad de vitamina D, pero también son las personas mayores las que mayor daño solar tienen acumulado, por lo tanto, puede resultar una incongruencia decirles “no tome usted el sol”, mientras que otro especialista les dice “tome usted el sol”, pero es que no hay que confundir, 15 minutos al día son suficientes para tener ese metabolismo correcto.
Independientemente del daño a largo plazo que produzcan los rayos solares, personalmente he notado que ahora tengo que tener mucho más cuidado con el sol porque incluso utilizando un factor de protección alto mi piel se enrojece, mientras que hace años me ponía morena directamente y no me quemaba a pesar de utilizar factores de protección más bajos. ¿Realmente la capa de ozono actuaba como un ‘protector natural’?
La capa de ozono tiene muchísima importancia porque hacía de ‘barrera protectora’ frente a determinado tipo de rayos solares. También creo que la polución es un factor importante porque los rayos de sol inciden sobre esas partículas y los reflejan, con lo cual nos da más, como cuando se reflejan sobre el agua de mar o sobre la nieve. Eso también influye aunque, desde luego, el factor más importante es la pérdida de la capa de ozono, que es uno de los filtros de los que disponía la atmósfera para poder filtrar parte de los rayos solares.
El bronceado nos da un aspecto “saludable”, y se encuentra dentro de los estándares de belleza aceptados por la sociedad actual. Sin embargo, es una manifestación de la agresión que está sufriendo la piel, que se defiende modificando su color, entonces… ¿hay algún bronceado que pueda considerarse “saludable”?
El bronceado es un mecanismo de defensa de la piel para proteger a las células de la piel del daño solar. Es decir, el organismo es tan inteligente que sabe que cuando empieza a haber una mayor radiación solar tiene que poner en marcha un mecanismo de defensa que es formar pigmento, melanina; y eso cumple la función de una barrera que impide que los rayos solares lleguen a las capas más profundas de la piel para que cause menos daño. Este mecanismo de defensa del cuerpo frente a la radiación solar hace que, por ejemplo, en el Ecuador, las personas tengan un color de piel más oscuro que el nuestro para protegerse de la mayor radiación solar que reciben.
El bronceado, por lo tanto, es un hecho positivo, y nos está protegiendo del daño solar, lo que pasa es que el único bronceado que puede considerarse adecuado es el que se adquiere de forma lenta y progresiva. La gente que no se coge las vacaciones en verano y se queda en la oficina en el mes de agosto está blanca porque el propio organismo, inteligentemente, sabe quién está recibiendo esa exposición solar y quién no, y pone en marcha el mecanismo de defensa sólo para aquellos que lo necesitan. Igual que se ponen en marcha las defensas frente a una infección sólo en aquellos que tienen la infección. Aunque si no necesitamos defensa, es que no tenemos enemigos, y es mejor no tener enemigos…
El bronceado es un mecanismo de defensa de la piel para proteger a las células de la piel del daño solar
Cuando se detecta un melanoma en estadios iniciales, ¿cuál es el procedimiento que se sigue para tratarlo?
Lo más importante, una vez diagnosticado, es extirparlo. En lo que más hay que incidir siempre es en el diagnóstico precoz. Por eso hoy en día, además de visitar al dermatólogo ante un cambio en un lunar, o una mancha que nos parezca sospechosa, lo más importante es el uso de la dermatoscopia digitalizada, una técnica que permite al especialista comprobar la evolución de estos lunares y realizar el diagnóstico de melanoma cuando todavía no es apreciable a simple vista.
Si la detección es precoz y el melanoma se cura ¿qué precauciones debe seguir el paciente a partir de ese momento? ¿debe evitar la exposición al sol? ¿tiene más riesgos que el resto de la población de desarrollar nuevamente melanoma, o algún otro tipo de cáncer?
Debe tener una exposición solar muy controlada, tomar precauciones y hacer las cosas con prudencia. Prohibirle a una persona que tome el sol significaría que en sus vacaciones no vaya a la piscina, no vaya a la playa… y yo estoy en contra de eso porque no hace falta ser tan drástico. Otra cosa distinta es recomendarle que, además de la crema de protección solar, si va a estar tres o cuatro horas al aire libre, debería estar debajo de una sombrilla, utilizar gorro, y ponerse una camiseta, pero no le vamos a prohibir salir porque al final no tendrá melanoma, pero tendrá una depresión. ¿Qué ocurre?, que de todos los factores que influyen para que una persona desarrolle un melanoma, como son la genética, el nivel de hormonas, la inmunodepresión…, el único que podemos modificar es la exposición solar. No le puedo recomendar a nadie que deje de estar inmunodeprimido si tiene un problema de salud por el que está inmunodeprimido, y no le puedo recomendar a nadie que altere sus niveles de estrógenos; por lo tanto, la única recomendación que puedo hacer para intentar disminuir un poco la incidencia del melanoma es que su exposición solar sea congruente con lo que han tenido, prudente.
Con prudencia y moderación yo creo que pueden hacer una vida normal. Pero son personas que nunca deberían olvidarse de utilizar crema de protección solar, ni deberían pasar cuatro horas en la tumbona, lo que no quiere decir que no puedan ir con sus familiares a la piscina y, al cabo de media horita, se pongan a leer el periódico debajo de la sombrilla. De hecho, tienen más riesgo de tener un segundo melanoma que la población general. En cuanto al riesgo de desarrollar otro tipo de cáncer distinto al melanoma dependería de la existencia de una mutación genética que pudiera asociarse a otros cánceres, pero eso de momento está todo en estudio y no hay nada confirmado como para poder afirmarlo.
En España parece que existe una contradicción porque, por un lado, es el país europeo con menos incidencia de este cáncer debido al tipo de piel de su población pero, por otro, mientras que el melanoma tiene una tendencia decreciente en los demás países europeos, en España su incidencia continúa aumentando cada año. ¿A qué cree que se debe este fenómeno?
En el caso de España yo pienso que son varias las causas. La primera es que el uso de las cremas de fotoprotección debe ir acompañado de una buena educación dermatológica porque el uso de estas cremas evita la quemadura solar pero nos permite estar más horas al sol, precisamente porque no nos quemamos. Como no protegen de todo el espectro de la radiación ultravioleta, al final resulta que sin quemarnos hemos recibido más radiación solar que antes. Es decir, mi madre se echaba aceite Johnson para ponerse morena y ahora se echa fotoprotección, ¿cómo es posible que el cáncer de piel haya aumentado?, pues porque hace veinte años sólo podía estar una hora al sol porque sabía que se quemaba, mientras que ahora con la crema de protección solar puede estar cinco horas, sabe que no se quema, pero, como la crema no protege de todo el espectro de esas radiaciones, al final ha recibido más dosis de sol. Por eso es muy perjudicial que llamemos -y esto tiene que ver con las estrategias de marketing- pantalla total a las cremas que tienen un factor de 50 o más; pantalla total yo lo entiendo como que estoy totalmente protegido, pero no es así. Porque yo he utilizado cremas de pantalla total el verano pasado, y he acabado negro.
El segundo factor que también es importante es que hay una mayor incidencia porque se diagnostican más y más precozmente, con lo cual antes había melanomas que no se diagnosticaban, y ahora sí, porque la gente está más concienciada, y en eso los medios de comunicación han influido mucho en que se diagnostiquen más casos de los de buen pronóstico. Y en tercer lugar hay que tener en cuenta a los inmigrantes procedentes de Alemania, del Reino Unido…, que viven en las costa de Levante, y cuyo fototipo de piel está preparado para vivir en Gran Bretaña, pero no en Alicante. Cada vez hay más personas de este tipo, que estarán también incrementando las estadísticas de cáncer de piel en España.
El uso de las cremas de fotoprotección debe ir acompañado de una buena educación dermatológica
Qué podemos hacer para prevenir el cáncer de piel
¿Cree que son convenientes las visitas preventivas al dermatólogo? ¿a partir de qué edad, o qué factores de riesgo pueden hacer necesaria la visita regular al dermatólogo?
Es conveniente dependiendo del fototipo y del tipo de piel que tenga cada persona, es decir, hay personas que tienen unos fototipos más claros, con ojos claros, piel muy clarita, y que se queman con facilidad, y a esas personas les asignamos un determinado fototipo que presenta un mayor riesgo de desarrollar cáncer de piel en el futuro. Luego dependiendo del tipo de piel, algunos tienen que acudir todos los años, y otros a lo mejor pueden relajarse un poquito más, e ir cuando noten algún cambio en un lunar o en la piel. Pero fundamentalmente aquellas personas de fototipo clarito, como personas de tipo nórdico pero que vivan en España, son las que deberían hacer una labor preventiva en cuanto a la vigilancia de sus lunares.
Es cierto que la población está cada vez más informada de los riesgos de exponerse al sol sin protección, pero en las piscinas y playas todavía se ve a muchas personas que permanecen al sol durante horas, ¿se puede hacer algo para que la gente tome conciencia de lo realmente peligroso que puede llegar a ser ese comportamiento?
Se están haciendo muchas campañas de difusión, y yo insistiría sobre todo en la protección física, es decir, en el uso de prendas de vestir. Yo, por ejemplo, veo mucha gente que se baña con una camiseta de neopreno. Lo que no se puede pedir a la gente es que no esté cuatro horas en la playa. Como a lo mejor no les puedes decir que se pongan debajo de la sombrilla, pues yo insistiría en las medidas físicas de protección como es el uso de ropa apropiada para cubrir la piel mientras están al aire libre.
Además de evitar exponerse al sol sin la protección adecuada o durante más tiempo del conveniente, ¿hay alguna otra medida que podamos tomar para prevenir el cáncer de piel?
Hay fotoprotectores orales. Tenemos los betacarotenos y los antioxidantes y antirradicales libres, que pueden neutralizar el efecto negativo de los rayos solares. Se trata de unos complementos en forma de vitaminas, especialmente los betacarotenos (de forma natural el alimento más rico en ellos es la zanahoria), y que nos protegen, nos dan un moreno un poco más difuso, más uniforme, y encima nos proporcionan un bronceado más seguro. Como el bronceado es un mecanismo de defensa, activarlo ayuda a defenderse del cáncer de piel. Si una persona blanquita pudiera ponerse morena, no tendría los problemas que tiene. Luego todas aquellas sustancias que favorezcan un buen moreno, nos ayudarán a protegernos del daño solar.