Meningitis
Los niños y adolescentes son las víctimas más vulnerables de la meningitis, pero los expertos advierten que los mayores de 65 años y los viajeros también corren peligro. Conoce sus causas y cómo evitar las secuelas de esta grave infección neurológica.

Prevención de la meningitis

Por: María Alba Jiménez

Licenciada en Medicina por la Universidad de Alcalá de Henares y pediatría en el Hospital General de Villalba

Por: Dr. Pablo Rivas

Especialista en medicina interna

Actualizado: 30 de septiembre de 2024

Existen vacunas específicas para prevenir la meningitis bacteriana. Son fundamentales porque algunas bacterias que la causan pueden ser muy graves y progresar rápidamente. En la actualidad muchos de los niños se encuentran vacunados contra la mayoría de las bacterias productoras de meningitis.

Vacunas contra la meningitis: cuáles, cuándo y cómo se administran

De esta forma, existen vacunas contra el neumococo, el meningococo y el Haemophilus influenzae. Sin embargo, la vacuna del meningococo no es totalmente eficaz, porque no cubre todas las cepas de la bacteria causante de meningitis:

  • Vacuna contra Haemophilus influenzae tipo b (Hib): Eesta bacteria era una de las principales causas de meningitis en niños pequeños antes de la introducción de la vacuna. Se administra a los bebés a partir de los 2 meses, generalmente en tres o cuatro dosis según el calendario vacunal del país (2, 4, 6 y 12-15 meses).
  • Vacuna contra el neumococo (Streptococcus pneumoniae): se utiliza para prevenir enfermedades invasivas como la neumonía, la meningitis y la sepsis. También se inicia a los 2 meses de edad con una serie de tres o cuatro dosis (2, 4, 6 y 12-15 meses).
  • Vacuna contra el meningococo: protege contra diferentes grupos de la bacteria Neisseria meningitidis. La más comúnmente administrada es la vacuna contra el meningococo de los grupos A, C, W e Y, y más recientemente la del grupo B, que es la causa más frecuente de meningitis meningocócica en muchos países. Para los grupos A, C, W e Y, suele recomendarse una dosis alrededor de los 11-12 años, con un refuerzo a los 16 años. La vacuna contra el meningococo B se puede administrar a partir de los 2 meses de edad y puede ser especialmente recomendada en niños con ciertas condiciones médicas o durante brotes.

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Las vacunas han reducido drásticamente los casos de meningitis bacteriana. La inmunización no solo protege al niño vacunado sino también a la comunidad, ya que reduce la propagación de las bacterias. Es clave seguir el calendario de vacunación recomendado y consultar al pediatra sobre la necesidad de dosis adicionales según las circunstancias individuales, como viajes a zonas con alto riesgo de meningitis o condiciones médicas específicas.

En la meningitis meningocócica se debe dar tratamiento antibiótico a las personas que estuvieron en estrecho contacto con el paciente: la familia y personal sanitario expuesto, los compañeros de guardería o escuela más cercanos (según la edad del paciente).

En caso de producirse un brote por un tipo de meningococo para el que existe vacuna, también se recomienda la vacunación a las personas que hayan tenido un contacto estrecho con el enfermo y que no estén correctamente vacunadas.

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También se tratará con un antibiótico a la familia y a los compañeros de guardería de los pacientes afectados por meningitis originada por Haemophilus influenzae.

Otras medidas de prevención de la meningitis

Además de la vacunación, hay algunas medidas de higiene y otros consejos útiles para prevenir la meningitis en niños, adolescentes y adultos:

  1. Evitar el contacto cercano con personas infectadas: durante brotes o en caso de personas con síntomas de infecciones respiratorias, es importante limitar el contacto físico cercano, ya que algunas formas de meningitis bacteriana se propagan por gotas respiratorias (al toser, estornudar, besar o compartir utensilios).
  2. No compartir objetos personales: se debe enseñar a los niños a lavarse las manos regularmente y evitar compartir objetos que entren en contacto con la boca, como vasos, botellas, cubiertos, cepillos de dientes o cosméticos, ya que las bacterias pueden transmitirse a través de estos artículos.
  3. Fomentar una buena salud general: es importante mantener un sistema inmunológico fuerte es clave para la prevención de infecciones. Esto implica una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y proteínas, ejercicio regular, un buen descanso y reducir el estrés.
  4. Educación y concienciación: sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes, es fundamental que conozcan los síntomas de la meningitis (fiebre alta, dolor de cabeza intenso, rigidez de cuello, náuseas, vómitos, sensibilidad a la luz, confusión) para poder buscar atención médica rápidamente en caso de necesitarlo.
  5. Quimioprofilaxis en casos de exposición: si alguien ha estado en contacto cercano con una persona que tiene meningitis meningocócica (por ejemplo, un miembro de la familia o un compañero de cuarto), el médico puede recomendar antibióticos como medida preventiva para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad.
  6. Vacunación antes de realizar viajes internacionales: algunas regiones tienen un mayor riesgo de meningitis, como en el caso de las zonas conocidas como el "cinturón de la meningitis" en África. Las personas que planeen viajar a estas áreas deben consultar con un médico para recibir las vacunas recomendadas.
  7. Mantener ambientes saludables: en lugares donde hay un gran número de personas en contacto cercano, como guarderías, residencias universitarias o cuarteles militares, es importante mantener una buena ventilación y limpieza. Las instituciones educativas y otros espacios compartidos deben seguir protocolos de higiene para minimizar la propagación de infecciones.
  8. Solicitar atención médica ante los primeros síntomas: la meningitis puede avanzar rápidamente, por lo que buscar atención médica inmediata ante síntomas sospechosos es fundamental para prevenir complicaciones graves.

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