Incluso un bajo consumo de marihuana afecta al cerebro

Un nuevo estudio alerta de que incluso un consumo bajo o moderado de marihuana en adultos jóvenes puede alterar el tamaño y la forma de dos zonas del cerebro que intervienen en la emoción y la motivación.
Incluso un bajo consumo de marihuana afecta al cerebro

Fumar marihuana altera la estructura del cerebro.

Un estudio que acaba de publicar The Journal of Neuroscience alerta de que un bajo o moderado consumo de marihuana en adultos jóvenes puede provocar alteraciones en el cerebro que no se habían identificado antes, en concreto en el tamaño y la forma de las dos zonas de este órgano que intervienen en la emoción y la motivación, lo que demuestra la importancia de seguir investigando los efectos que puede tener un consumo recreativo ocasional de esta droga a largo plazo.

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El consumo de marihuana con frecuencia se relaciona con problemas de atención, motivación, aprendizaje y memoria, y en investigaciones realizadas con animales a los que se expuso repetidamente al delta-9-tetrahydrocannabinol (THC) –principal sustancia psicoactiva de la marihuana– ya se había comprobado que se producían cambios estructurales en las regiones cerebrales implicadas en estas funciones.

Las imágenes de resonancia magnética mostraron que el núcleo accumbens –una  zona del cerebro que interviene en el procesamiento de la recompensa– era mayor y presentaba su forma y estructura alteradas en los usuarios de marihuana

En el Nuevo estudio, los investigadores, procedentes de la Universidad de Northwestern y el Hospital General de Massachusetts/Escuela de Medicina de Harvard (Estados Unidos), emplearon imágenes de resonancia magnética para comparar los cerebros de 20 personas de 18 a 25 años que admitieron fumar marihuana al menos una vez a la semana (y que informaron detalladamente sobre su consumo durante tres meses), con los de otras 20 que no lo hacían, o lo habían hecho en muy pocas ocasiones.

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A pesar de que en las evaluaciones psiquiátricas realizadas a los participantes en el trabajo se había descartado la posibilidad de que los consumidores de marihuana fueran dependientes de esta droga, las imágenes mostraron que existían diferencias cerebrales relevantes, y que el núcleo accumbens –una  zona del cerebro que se sabe que interviene en el procesamiento de la recompensa– era mayor y presentaba su forma y estructura alteradas en el caso de los usuarios de marihuana en comparación con los que no la fumaban.

Los científicos observaron, además, que cuanta más marihuana dijeron haber consumido los voluntarios, más significativas eran las anomalías detectadas en el núcleo accumbens y la amígdala. Estos expertos afirman que las conclusiones de su estudio demuestran que el bajo o moderado consumo de marihuana también puede tener consecuencias negativas, sobre todo en adolescentes y adultos jóvenes.

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Actualizado: 26 de octubre de 2016

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