La envidia es uno de los siete pecados capitales y aunque si la gestionas bien puede ayudarte a conseguir tus objetivos, también puede ser una emoción muy tóxica. Aprende a controlarla y a evitar sus consecuencias negativas.
La envidia es una emoción y, como tal, nos informa acerca de aspectos del entorno para que podamos elegir la forma más eficaz de afrontar cada situación. En lugar de rechazarla, debemos escucharla y convertirla en nuestra alidada para conseguir los objetivos deseados.
Una vez oí decir a un religioso agustiniano que el mejor remedio contra la envidia era el amor y el trabajo. Me pareció un buen resumen para poder aprender a gestionarla. A continuación te dejo unas pautas para saber cómo combatir la envidia cuando esta emoción se vuelve en nuestra contra:
Analiza qué es lo que la otra persona tiene que tanto te gusta (pueden ser cosas materiales, pero también su forma de comportarse en determinadas circunstancias, o su aspecto físico).
Reflexiona acerca de cómo crees que la otra persona ha conseguido aquello que deseas. Intenta dejar de lado creencias dirigidas a minusvalorarla y a quitarle valor a sus logros (por ejemplo, es un pelota).
Diseña un plan de actuación para conseguir por tus propios méritos lo que ella ha obtenido.
Se humilde y si crees que el otro puede ayudarte, díselo para que con su colaboración puedas obtener lo que tiene, siempre que esto sea posible.
Habrá ocasiones en las que no puedas obtener lo que deseas. Intenta entonces sustituirlo por algo que se aproxime a ese objetivo y también te satisfaga Si no lo puedes obtener, ni tampoco sustituir, lo mejor es olvidarlo. No tiene sentido que te amargues la vida por un imposible.
Distráete y haz planes para divertirte…; seguro que hay más cosas interesantes en tu vida que aquello que envidias. No se trata de dejar de pensar en cómo conseguirlo, sino en evitar obsesionarte con ello.
Ama, da valor a lo que tienes y se agradecido. Y no olvides alegrarte de lo que tienen los demás. “El alma tranquila” es la mayor enemiga contra la “envidia mala”.