Beneficios de la filmoterapia: cómo ayuda a enfrentar los problemas

A casi todo el mundo le ha pasado: al ver cómo actúa un determinado personaje encontramos similitudes con nuestro propia vida o con la de alguien que conocemos. Como ese compañero que busca siempre la aprobación de otros, incapaz de decir no y del que todo el mundo abusa, al igual que Bud Baxter, el protagonista de El apartamento, de Billy Wilder. Y esa es precisamente una de las ventajas que ofrece el cine para ser usado como terapia psicológica: el espectador/paciente se puede ver reflejado en el personaje.

Cómo se usa el cine para enfrentar los problemas psicológicos

“Un tratamiento psicológico no funciona hasta que no se dan una serie de condiciones. Una es asumir que el problema es mío, y otra ser capaz de adoptar un papel de observador del mismo, ser capaz de analizarlo desde una perspectiva medianamente objetiva. El uso de películas facilita que se consigan estos dos procesos”, nos explica el profesor de Psicología Jesús García.

Pongamos por caso que a la consulta del psicólogo acude un alcohólico incapaz de reconocer su adicción. Se pueden utilizar determinadas películas o escenas en donde se contemple el comportamiento de las personas que sufren alcoholismo, drogadicción…, y seguro que al leer esto pensamos en Días de vino y rosas, de Blake Edwards. Pero quizás no sea la más adecuada para un paciente con esa patología, ya que según el experto “se trata de elegir escenas o películas que el psicólogo clínico crea más adecuadas para el paciente”. En este caso, y para evitar mecanismos de defensa por parte del paciente, se puede hablar de la dependencia al alcohol o a otras sustancias con películas sobre vampiros, adictos a la sangre humana.

La terapia con películas debe seguir unas pautas establecidas por el psicólogo, en casa o en la consulta. “Algunos modelos terapéuticos mandan tareas para casa, pero no todos. En todo caso, se puede ver en la consulta, y luego una tarea sería que viese la escena y la analizara con unas instrucciones que se han pactado previamente, y que en la siguiente sesión se trabaje la reflexión al respecto, que explique: ‘¿cómo has experimentado esta secuencia?’ por ejemplo”, dice Jesús García.

15 Beneficios de la filmoterapia

El paciente, como nos explica Jaime Burque, ve en la pantalla “cómo el personaje gana en seguridad o en confianza, o cómo consigue sus metas o es capaz de enfrentarse a los obstáculos”. “Observa en él lo que se llama en psicología ‘fortalezas psicológicas’ que le ayudan a ser más feliz o a realizarse, como la creatividad, la generosidad, la esperanza o el sentido del humor.

Pero gracias a la cineterapia el psicoanalizado también contempla personajes destructivos con actitudes negativas y sin valores y cómo les afecta”, añade Burque. Además, como explica en su libro Filmoterapia. 100 películas inspiradoras, son recursos aptos para todos los públicos.

Pero al margen de cómo puede ayudar el visionado y análisis de una película, una escena o una serie en una terapia psicológica, es indudable que el cine tiene beneficios psicológicos para todos. Burque, en concreto, habla de 15:

1. Genera emociones positivas.
2. Nos enfrenta a nuestros miedos.
3. Ayuda a enfocar los problemas.
4. El espectador experimenta las pasiones del personaje, pero sin sufrir sus efectos.
5. El cine nos relaja.
6. Ver una película nos motiva.
7. Las historias de la gran pantalla nos hacen reír.
8. Nos permite entrar en contacto con lo más íntimo de nuestro ser.
9. El visionado de films desarrolla la creatividad.
10. Ayuda a replantearse las actitudes negativas.
11. Ir al cine aumenta y mejora las relaciones sociales.
12. Numerosas películas provocan la reflexión.
13. Algunas cintas ayudan a asumir las pérdidas.
14. Nos hacen sentirnos orgullosos.
15. Nos ayudan a ser conscientes de nuestras fortalezas psicológicas.