Características de las personas que no saben decir no
Actualizado: 23 de septiembre de 2022
Por lo general, las personas que no saben decir que no suelen adoptar una actitud pasiva o inhibida a la hora de comunicarse con los demás. Aunque no sea tu caso, te ayudamos a reconocer a las personas que no saben decir no, y que se caracterizan por el siguiente perfil:
- Demoran su respuesta para no tener que decir no (esperando que así el otro lo olvide).
- No dicen “no” en el momento, pero después no hacen aquello a lo que se comprometieron.
- También puede ocurrir, en el extremo contrario, que no sean capaces de decir que no y soporten las características de aquello a lo que se comprometieron a pesar del malestar que les produce.
- Rasgos de personalidad evitativos (tienen un excesivo temor a ser rechazados por los demás).
- No saber decir no les trae consigo problemas en su vida cotidiana, social o laboral.
- Baja autoestima: no se sienten valiosos como para expresar su negativa, y el hecho de no expresarla les hace sentirse inferiores.
- Su tono de voz suele ser bajo y el habla poco fluida.
- Su comunicación no verbal es inhibida (poco contacto ocular, gesticulación demasiado suave) y no apoya a la comunicación verbal.
- Suelen apoyarse en otras personas que ellos consideran “más fuertes” para que hagan de “poli malo” y digan que no en su lugar.
- En ocasiones muestran un estilo de comunicación agresivo-pasivo; por ejemplo, dejan de hablarte, te hacen el vacío, etcétera.
Consecuencias de no saber decir no
Es cierto que decir que sí y hacer lo que los otros desean puede suponerte beneficios a corto plazo. Las personas que no establecen sus límites suelen parecer bastante complacientes de cara a los demás, y su trato es agradable. Sin embargo, el coste para ellos es muy alto, ya que a largo plazo sufren las consecuencias de no saber decir que no, que son:
- Sentimiento de inferioridad y baja autoestima.
- Problemas interpersonales por no dejar claro lo que realmente quieren. Esto confunde a las personas de su entorno, que desconocen sus auténticos sentimientos y deseos, y no saben bien qué es lo que deben hacer.
- Malestar emocional: es frecuente que experimenten elevados niveles de ansiedad, tristeza e irritabilidad.
- Sentimiento de soledad emocional: sienten que nadie les entiende.
- Explosiones de ira: pueden “estallar” por algo que realmente no es un problema debido a la acumulación previa del malestar que no han llegado a expresar.
- Sentimiento de insatisfacción, puesto que piensan que nunca se hace lo que ellos quieren.
- Autoreproches y sentimiento de culpa por no ser capaces de expresar sus deseos.
- Los demás abusan de ellos: la gente recurre a ellos en exceso porque “les acostumbran” a saber que siempre estarán ahí.
Creado: 26 de junio de 2013