Autoconfianza: claves para ganar confianza en uno mismo

La confianza en uno mismo es fundamental para sentirnos satisfechos y seguros en diferentes ámbitos de nuestra vida como las relaciones sociales y laborales. Si aún no la has desarrollado, sigue nuestros consejos para trabajar la seguridad en tus capacidades.
Ilustración de la confianza en sí mismo de mujer con capa al espejo

Por: Dra. Vanesa Fernández López

Psicóloga, especialista en emociones

Actualizado: 10 de octubre de 2024

La primera persona en la que debes confiar es en ti mismo, ya que la imagen que tienes de ti es la imagen que proyectas a los demás, haciéndoles ver cómo deseas ser tratado. Como veremos más adelante, la confianza en uno mismo es un concepto estrechamente ligado a la autoestima y bien diferenciado de la arrogancia. Una persona con confianza en sí misma no tiene por qué ser arrogante, ni tratar de forma despectiva a los demás. Al contrario, es clave para diversos aspectos de tu vida personal y profesional.

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Veremos también que la confianza en uno mismo se construye y que si aún no la has conseguido o ha sido dañada por cualquier circunstancia, estás a tiempo de recuperarla, porque los seres humanos estamos en un constante proceso de aprendizaje que nos ayuda a incorporar herramientas para mejorar la percepción de nosotros mismos y nuestro bienestar emocional. Esto no es ajeno al autoconcepto (opinión de nosotros mismos), que se basa en nuestras experiencias vitales, el diálogo interno y los resultados de nuestros comportamientos, que se pueden modificar en nuestro beneficio. Te enseñamos cómo trabajar y desarrollar tu autoconfianza.

Qué es la confianza en uno mismo: cómo diferenciarla de la arrogancia

La confianza en uno mismo puede definirse por el conjunto de creencias positivas acerca de la competencia personal a la hora de resolver retos, solucionar problemas o enfrentarse a conflictos. Estas creencias se asocian a emociones positivas como el sentimiento de satisfacción, el de seguridad y el de bienestar personal. También se relaciona con comportamientos de acción (lo contrario a la evitación) y de afrontamiento ante situaciones difíciles.

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Las personas que confían en sí mismas no son personas a las que siempre “les va bien” o cuyos actos y decisiones estén siempre culminados por el éxito. Todo lo contrario, son personas que se han tenido que enfrentar a sus fracasos y han aprendido a resolverlos y a asumir que no pasa nada cuando las cosas no han sido como hubieran deseado. Y tampoco se nace con confianza en uno mismo, sino que se va a aprendiendo a lo largo de nuestras experiencias vitales. Saber resolver problemas, crecer ante los errores o tomar decisiones más o menos acertadas, se encuentran entre los factores más importantes para que aumente la confianza en nosotros mismos.

Mujer señalándose a sí misma

Es importante diferenciar a una persona con confianza en sí misma de una persona arrogante. La arrogancia está muy relacionada con la soberbia. Las personas arrogantes se caracterizan por un exceso de autoconfianza y, en otros casos, por rasgos de la personalidad como el narcisismo, que les hacen sentirse superiores a los demás.

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Además, las personas arrogantes consideran que deben disfrutar de un trato especial y privilegios por lo que pueden llegar a tratar a los otros de una forma un tanto despectiva. Suelen ser personas altivas y que expresan la confianza en sí mismos de manera prepotente. Todas estas características no están presentes en una persona que simplemente confía en sí misma y que incluso puede emplear esa confianza en beneficio del trato con los demás desde unas habilidades sociales sanas y saludables.

Factores que afectan a la confianza en uno mismo

Como ya hemos mencionado, la confianza en uno mismo es resultado en gran parte de las experiencias que hemos vivido y de nuestra historia de aprendizajes en donde nos hemos visto con la capacidad de resolver problemas o superar los errores cometidos. Son personas que han aprendido a vivir las situaciones estresantes como un desafío, las novedades como retos y los errores como oportunidades de aprendizaje.

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Sin embargo, la confianza en uno mismo puede verse influenciada por factores que pueden facilitarla o entorpecerla, como ciertos aspectos de la personalidad:

  • La extroversión, que hará que la persona se relacione más con los demás aprendiendo por ensayo/error de diferentes situaciones.
  • Rasgos de personalidad relacionados con la búsqueda de sensaciones y el optimismo se asocian con mayores niveles de confianza en nosotros mismos, ya que nos impulsan a salir de nuestra zona de confort, un aspecto fundamental para nuestro crecimiento personal y para incrementar nuestros niveles de confianza en nosotros mismos.
  • La ansiedad o tendencia a experimentar ansiedad ante circunstancias ambiguas y desconocidas puede hacer que disminuya la confianza en nosotros mismos a partir de las evitaciones de aquello que nos produce temor, lo que hace que perdamos oportunidades de retarnos a nosotros mismos y de aprender de nuevas experiencias.

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No solo los aspectos que tienen que ver con nuestras características personales afectan a la confianza en nosotros mismos, sino que también nuestro entorno puede hacer que la esta sea mayor o menor.

  • Las personas que crecen o se rodean de un entorno controlador, rígido, autoritario o demasiado crítico/enjuiciador, tienden a tener menos niveles de autoconfianza.
  • Las personas que crecen en entornos donde se fomenta el desarrollo personal, la autonomía no se critica y se asume el error como parte del proceso de aprendizaje, tienden a experimentar unos niveles de mayor confianza en sí mismo.
Mujer señalándose a un espejo en señal de confianza en sí misma

Estrategias para aumentar la confianza en uno mismo

Como la confianza en nosotros mismos se va construyendo con nuestras experiencias, siempre estás a tiempo si necesitas desarrollarla. Eso sí, recuerda que para ello deberás salir de tu zona de confort, por lo que te recomendamos que eches un vistazo a los consejos que ofrecemos para lograrlo. Para construir una adecuada confianza en ti mismo es importante que revises tus actos, pensamientos y emociones y a continuación te explicamos las pautas a seguir para que puedas hacer los cambios necesarios.

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  • La conducta: nuestra forma de actuar, la capacidad de enfrentarnos a situaciones difíciles será un aspecto crucial para confiar en nosotros mismos. Por ello, es importante que asumas que debes enfrentarte a aquello que te da miedo, aunque no te guste demasiado hacerlo. Ten en cuenta que no debes hacerlo de golpe. Una buena estrategia es graduar las situaciones de menos a más, exponiéndote poco a poco y de forma progresiva a las situaciones que constituyan un reto para ti. Aunque te resulte difícil el hecho de intentarlo ya será un éxito. Hablar con una persona con la que no te atreves, dar una charla, conducir una distancia que te da cierto temor, decidir sobre una relación, poner límites… Son retos a los que es bueno que te enfrentes para que, aunque no te salgan a la primera –algo que es muy normal–, te sirvan para ir ganando confianza en ti mismo.
  • Los pensamientos: es fundamental que revises qué te dices cuando, tras tener en cuenta el punto anterior, los resultados obtenidos son de éxito o de fracaso. Nuestro diálogo interno no solo nos puede hacer sentir bien o mal, sino que además influye en nuestras expectativas haciéndonos sentir más o menos capaces de afrontar las situaciones que nos suponen un reto. Esto tiene que ver con la explicación que le demos a las consecuencias de nuestros actos. Imaginemos el caso de una persona que tras suspender un examen atribuye su resultado a causas externas no controlables (“el profesor pone lo que le da la gana”), inmutables (“seguro que en el próximo examen me pasa igual”) y globales (“seguro que en el resto de las asignaturas me pasa lo mismo”). Este discurso e interpretaciones le generará una importante falta de confianza en sí mismo y en sus posibilidades. Sin embargo, ocurrirá lo contrario en una persona que ante la misma situación hace atribuciones internas y controlables (“está claro que no lo estudié bien y tengo que revisar mis apuntes”), temporales (“no tiene por qué ocurrir lo mimo en el siguiente examen”) y específicas (“esto ha afectado a esta asignatura y no a otra”). Esto significa que el trabajo con nuestros pensamientos es un aspecto fundamental para hacer valoraciones adecuadas de nuestros resultados. Te animamos a que revises nuestro tema sobre el control del diálogo interno negativo.
  • Las emociones: saber regular nuestras emociones es un aspecto crucial para ganar confianza en nosotros mismos. Las personas que comprenden sus emociones y las gestionan aprenden a utilizarlas en su beneficio. Como te explicamos en nuestro tema sobre inteligencia emocional, las personas emocionalmente inteligentes cuentan con recursos añadidos derivados de la información que les proporciona su emoción para poder hacer frente a situaciones más o menos complejas. Una buena estrategia para desarrollarla o incrementarla es preguntarte qué estás sintiendo en un momento dado (pon nombre a tu emoción), qué es lo que te la produjo y qué te quiere decir, es decir, cómo te sugiere actuar. Escuchar a las emociones, normalizarlas y aceptar aquellas que no nos gustan demasiado como el miedo o la tristeza, es una tarea fundamental para sentir confianza en nosotros mismos.

Creado: 10 de octubre de 2024

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