Cómo es una sesión de terapia Gestalt
Actualizado: 28 de julio de 2022
Aunque los clientes suelen acudir a la terapia Gestalt para solucionar problemas concretos como timidez, estrés, problemas psicosomáticos, o buscando orientación tras una situación de separación sentimental o una crisis personal, el terapeuta deberá indicar en la primera sesión la forma de trabajo y cómo va a ayudar al cliente a conocerse a sí mismo, como punto de partida sobre el que poder encontrar la estabilidad.
Suelen establecerse una o dos sesiones semanales, que se prolongan hasta una hora, y cuyo precio oscila generalmente entre 40 y 60 euros. Al tratarse de una técnica de crecimiento personal, no existe un límite en el número de sesiones posibles, ya que el objetivo se va construyendo a medida que se suceden los encuentros. Aunque es cierto que al principio puede haber sido uno u otro el motivo que llevó a una persona a solicitar la terapia, posteriormente su continuidad depende de cuánto quiera profundizar en ese autodescubrimiento.
Las sesiones individuales se desarrollan con el terapeuta y el cliente frente a frente, sin ningún tipo de mobiliario o barrera, y en ellas se crea un espacio donde esa persona puede expresarse libremente sabiendo que no va a ser juzgada por el terapeuta, el cual además le va a ir señalando las emociones y conductas que observa, para que vaya siendo cada vez más consciente de ellas, y le va a ofrecer también indicaciones que le ayuden a modificarlas si es necesario.
En las sesiones en las que hay más participantes, como en las de pareja, familia, o la grupal, el tiempo se prolonga con el fin de dar opción a que todos los asistentes participen, primeramente en los ejercicios que el terapeuta pueda indicar como modo de relacionarse y experimentar, y luego para reconocer los propios sentimientos y pensamientos que esta interacción ha generado en cada persona a nivel individual, como vía de tomar conciencia y para crecer.
Creado: 29 de noviembre de 2013