Consejos para experimentar eustrés en lugar de estrés
Actualizado: 29 de julio de 2022
Las personas no nacemos aprendiendo a gestionar el estrés para convertirlo en eustrés. Existen cursos o terapias estructuradas que pueden enseñarte a hacerlo siendo las intervenciones de gestión del estrés algunas de las más extendidas en la actualidad. Por tu parte, también puedes introducir cambios en tu vida que te permitan controlar el estrés malo convirtiéndole en estrés bueno. Para ello, aquí tienes seis consejos fáciles de poner en práctica:
- Controla los pensamientos negativos que te restan competencia. Por ejemplo, en lugar de pensar en todo lo que necesitarías saber para afrontar una situación estresante, céntrate en lo que ya sabes y plantéate cómo adquirir las habilidades y conocimientos de los que todavía no dispones.
- Trata de ser tú la primera persona con la que debes contar para tomar decisiones importantes en tu vida. No creas en otros que consideras más fuertes que tú, ni delegues en ellos. La primera opinión es la tuya y debes tomar siempre tus propias decisiones, ya que será a ti a quien afecten las consecuencias positivas o negativas de las mismas.
- No magnifiques los problemas; intenta dar una importancia relativa a las cosas. Es muy importante, además, que te centres en cómo resolver los problemas más que en cómo te están afectando. Por ejemplo, si te llevas mal con un compañero de trabajo plantéate cómo puedes actuar para que la situación resulte lo más llevadera posible, en lugar de estar quejándote a terceros.
- Incorpora técnicas de relajación y actividad física en tu vida, además de tener unos hábitos saludables en cuanto a alimentación y sueño se refiere. Elimina los tóxicos de tu vida en la medida de lo posible (alcohol, tabaco, etcétera). Si tienes sueño o estás cansado escucha a tu cuerpo y descansa lo necesario.
- Proponte disfrutar de los pequeños buenos momentos del día a día; el bienestar emocional no depende tanto de los grandes proyectos como de saborear placeres cotidianos –como una sobremesa o un paseo en buena compañía, o pasar un rato agradable leyendo, viendo una película, o jugando o charlando con tus hijos–, que a veces nos pasan desapercibidos mientras pensamos en las vacaciones o el plan del próximo fin de semana.
- Convierte las dificultades en un reto personal, y felicítate a ti mismo cada vez que consigas hacer algo que a priori te parecía complicado, o que nunca antes habías intentado. Procura seguir aprendiendo cosas nuevas, porque no solo te sentirás más preparado para afrontar los problemas que te surjan, sino que también contribuirás a desarrollar tus capacidades cognitivas (tengas la edad que tengas).
Creado: 24 de julio de 2015