Hipnosis para dejar de fumar

Algunos profesionales usan la hipnosis en pacientes que quieren dejar de fumar, siendo uno de los tratamientos frente al tabaquismo menos invasivos y que cuenta con cada vez más popularidad. En este sentido, lo primero que hay que tener en cuenta es que existe un componente físico de adicción al tabaco, pero éste apenas supera las dos semanas, una vez transcurrido éste plazo, el organismo no va a sentir esa necesidad de nicotina. En cambio, el componente psicológico es el que provoca la recaída, pues se requiere de más voluntad para eliminar un hábito que hemos adquirido, sea éste sano o no.

Es por ello que hay que trabajar con la persona desde varios puntos de vista terapéuticos para vencer esa resistencia natural a cambiar de hábitos, mediante programas que incluyen varias técnicas terapéuticas. Como se ha comentado anteriormente, la eficacia de estos tratamientos aumenta con la incorporación de las sesiones hipnóticas.

Normalmente, en la hipnosis para abandonar el hábito tabáquico se requieren de cinco a siete sesiones para obtener resultados, en las que se le van dando al paciente una serie de indicaciones para superar su tendencia a fumar mientras éste está en un estado hipnótico, a la vez que se busca reforzar los pensamientos positivos sobre sus propias capacidades para superarlo sin recaer. Ya que sin duda lo más difícil de afrontar es precisamente la recaída. Si el paciente no se cree con fuerza para evitarlo, recaerá, reforzando de ésta forma sus pensamientos negativos sobre su imposibilidad de dejar el hábito de fumar.

El precio de este tratamiento suele ser más alto que la hipnosis clínica para cualquier otro problema, cada sesión para dejar de fumar oscila entre los 65 y los 160 euros. Hay que recordar que la hipnosis no consigue por sí sola que la persona deje el tabaco, sino que se debe tener constancia y seguridad en la decisión que se quiere tomar. Para conseguir el objetivo de dejar a un lado los cigarrillos, los médicos aconsejan apoyarse, además de en la terapia psicológica, en un tratamiento con fármacos, siempre supervisado por un especialista sanitario.