Para quién está indicada la terapia Gestalt

Al tratarse de un trabajo personal de autodescubrimiento y de conectarse con uno mismo, no hay ninguna contraindicación para quien quiera acercarse a esta aproximación de crecimiento personal, teniendo claro que a través de la terapia Gestalt no se van a solucionar trastornos psicológicos, para lo cual existen otra técnicas más indicadas según la naturaleza de la problemática; igualmente, es preferible no recurrir a ella cuando se está bajo los efectos de medicamentos que puedan entorpecer el crecimiento personal.

Teniendo en cuenta las salvedades anteriores, se puede afirmar que es una técnica accesible para toda persona, y a cualquier edad a partir de la que se tengan unas capacidades lingüísticas mínimas, necesarias para describir lo que se siente y necesita. El profesional será quien adapte las sesiones según se trate de un niño o un adulto, para ayudarle a que consiga los mejores resultados de autodescubrimiento.

La terapia Gestalt se puede abordar de distintas formas, y cada una de ellas tiene ventajas e inconvenientes. Así, además de la terapia individual, existe la posibilidad de realizarla en pareja, en familia, e incluso en grupo. En la medida en que sea más individualizada el cliente tendrá más tiempo para explorar y expresarse; mientras que si se trata de una terapia grupal, la participación social va a permitirle descubrir y mejorar su relación con los demás.

Como camino de autodescubrimiento no se tiene un objetivo establecido, entendido éste como una meta a alcanzar o un problema a superar, sino que la persona, a medida que va haciéndose consciente de sus hábitos inadecuados o formas de ser o de relacionarse poco sanas, puede aprender a ir variando ese comportamiento, cambiando de actitud y responsabilizándose de sus propios deseos y sentimientos, y mejorando así la coherencia entre lo que siente y piensa, y cómo actúa.