Por qué te sientes invisible: causas y consecuencias
Actualizado: 11 de noviembre de 2022
Satisfacer el sentimiento de pertenencia a un grupo y de reconocimiento por parte del mismo es una necesidad básica del ser humano para sentirse realizado. Que otras personas tengan en cuenta nuestras opiniones, deseos, decisiones, etcétera es fundamental para sentirnos felices con nosotros mismos e integrados en nuestras relaciones sociales. Sin embargo, existen personas que no aciertan a ver culminado este deseo. Sin conocer el motivo, se sienten invisibles ante los ojos de los demás, y creen que estos no consideran sus necesidades a la hora de tomar decisiones, ni forman parte de su vida.
Es frecuente encontrarse en la consulta a personas que expresan dicho sentimiento de invisibilidad ante los demás acompañado por una sensación de vacío, soledad, frustración y tristeza. En muchos de estos casos, cuando se tiene la posibilidad de hablar con las personas que les rodean, éstas afirman sentirse desconcertadas ante los sentimientos del paciente, pues nunca ha mostrado dicho malestar. Por ello, si sientes que esto te está ocurriendo, es fundamental que le pongas remedio cuanto antes para mejorar así tu bienestar personal y tus relaciones sociales.
Cómo identificar si me siento invisible
Es posible que las personas poco sociales no consigan entenderlo, pero lo natural en el ser humano es que sienta la necesidad de sentirse reconocido, valorado, y apoyado por su grupo de pertenencia, y por esta razón el sentimiento de ser invisible –o “gris”, como otros lo denominan– se asocia a elevadas dosis de emocionalidad negativa como la tristeza, los sentimientos de vacío, la soledad o la frustración.
Tanto es así, que cada vez más se habla del patrón del chantajista emocional, inclusive de maltratador psicológico, que cuando su víctima no accede a sus demandas, la invisibiliza. Esto es, no solo le retira su afecto, sino que la castiga con sus vacíos e indiferencia. Estas dinámicas se dan en las relaciones interpersonales (por ejemplo en la pareja), así como en contextos sociales o de grandes grupos, como ocurre en los conocidos casos de mobbing en el trabajo, o de bullying en el entorno académico de los más jóvenes. Y es que sentirse invisible es uno de los mayores castigos que el ser humano puede sufrir a nivel emocional.
Sentirse invisible es uno de los mayores castigos que el ser humano puede sufrir a nivel emocional
Para poder abordar su problema, es importante que las personas que se sienten invisibles sepan reconocer que su malestar emocional se deriva de dicha sensación. Si te sientes invisible, es posible que en tu día a día experimentes algunas de las siguientes manifestaciones:
Causas y consecuencias de sentirse invisible ante los demás
El motivo por el que te sientes invisible puede estar causado por diferentes factores. Sin embargo, el más importante de todos tiene que ver con una carencia de habilidades sociales. Las habilidades sociales son un conjunto de herramientas que empleamos para relacionarnos de forma satisfactoria con los demás. Este hecho exige una correcta combinación de comunicación verbal (lo que decimos a los otros) y comunicación no verbal (cómo se lo decimos a los otros a través de nuestros gestos, tono del habla, o la distancia personal).
Lo más frecuente es que estas habilidades se vayan desarrollando a lo largo de nuestra infancia y juventud, dando lugar a personas adultas con unas adecuadas habilidades sociales que saben cómo captar la atención de los demás y hacerles partícipes de sus sentimientos, opiniones y deseos. Sin embargo, en ocasiones este aprendizaje no se lleva a cabo por diferentes motivos. Esto puede ser debido a algunos rasgos de personalidad (por ejemplo ser demasiado introvertido), eventos sociales traumáticos (por ejemplo acoso emocional), escasez de modelos socialmente habilidosos, o ausencia de los mismos.
Otro de los grandes motivos que puede hacer que una persona se sienta invisible son las repercusiones que puede ocasionar en su comportamiento el miedo al rechazo. El deseo de aprobación y la deseabilidad social son normales para todos. Sin embargo, cuando sufrimos una dosis demasiado elevada de uno u otro, puede llevarnos a emplear conductas que, o bien hagan que los otros piensen bien de nosotros, o bien consigan que pasemos tan desapercibidos que los otros no tengan ni siquiera la necesidad de evaluarnos. Es especialmente en este último caso en el que adoptamos comportamientos que pueden hacer que pasemos por la vida de puntillas sin hacer demasiado ruido.
Esto, no obstante, tiene un coste, ya que aunque a corto plazo, la persona invisible se ahorra la crítica de quienes no se fijan en ella, las consecuencias a medio y largo plazo son devastadoras para su bienestar emocional. Entre ellas, los bajos niveles de autoestima, la falta de seguridad en sí mismo y las emociones negativas como la frustración, soledad, vacío y tristeza, que permanecerán en su día a día interfiriendo de forma significativa en su vida cotidiana.
Creado: 5 de agosto de 2021