Qué es la terapia Gestalt

El término Gestalt surge en los años 40 proveniente de Alemania, y significa ‘forma’; es decir, la terapia Gestal sería la terapia de la forma. Hay que indicar que no se trata de una terapia clínica, y que su objetivo no es ayudar a la persona a superar un trauma o trastorno psicológico, sino que está orientada y dirigida a cualquiera que quiera explorar dentro de sí y, por lo tanto, estaría más próxima a las técnicas de crecimiento personal.

Pero la Gestalt es más que una terapia, es un modo de vida experiencial, en el que la persona aprende a incorporar una filosofía de vida, basada en dos pilares fundamentales: la vivencia del momento, –del aquí y ahora–, y la rehabilitación emocional, prestando especial atención al manejo de las redes sociales, ya sea con sus familiares o con los amigos con los que se convive y comparte.

El primer pilar está en la base de algunas filosofías orientales, en las que se trata de que la persona sea consciente del momento en el que vive, centre sus pensamientos y esfuerzos en el presente, y deje de lado el pasado, olvidando lo que pudo o no haber hecho en un momento dado, y las consecuencias que habrían tenido sus acciones, y evite asimismo pensar en el futuro, y en lo que debería hacer, preocupándose anticipadamente por algo que todavía no ha ocurrido.

El segundo pilar de la terapia Gestalt se refiere a la relación emocional de la persona consigo misma y con los demás, y pretende que aprenda a escuchar a su cuerpo, a sus necesidades y carencias, pero también a sus apetencias y deseos, y a expresarse de forma eficaz ante los demás, siendo consciente de que uno es el único responsable de lo que siente, y de que no son los demás los que nos hacen sentir de una u otra forma.