Combatir la soledad en la tercera edad
Doctora en Filosofía y experta en coaching
Actualizado: 4 de julio de 2022
Combatir la soledad en la tercera edad no siempre es fácil, y tampoco cosa de uno mismo, pero existen diverdas posibilidades para romper con este círculo vicioso y sus peligrosas consecuencias para nuestro estado físico y mental.
Cuando los mayores ya no pueden valerse por sí mismos conviene tomar una decisión. Algunas personas apuestan por cuidar de sus padres en su casa, pero también existen casos de personas que llevan a sus padres a una residencia. Del mismo modo, destaca el excelente trabajo de los Centros de Día, que realizan una gran función, permitiendo que el anciano pueda dormir en casa, mientras durante el día se encuentra acompañado y atendido por profesionales.
Pero en caso de que el anciano pueda valerse por sí mismo, también conviene que la familia tenga gestos de interés por él, por ejemplo, los hijos y los nietos tienen que visitar a los mayores con regularidad. Conviene proponer planes semanales, como comer todos juntos el domingo y, al menos una vez al día, es recomendable que los hijos llamen por teléfono a sus padres para saber cómo están, qué han hecho a lo largo del día, y poder charlar un rato. También puedes sorprenderle en cualquier momento con un regalo para que se sienta especial, o comprarle revistas y periódicos para que pueda leer y estar informado de los temas de actualidad, hacer crucigramas, sopas de letras…
Mantenerse activos
Hoy día se imparten numerosos cursos para personas mayores. Los de informática, por ejemplo, resultan de gran utilidad para estimular la mente, y también ofrecen la posibilidad de tener una ocupación, hacer nuevos amigos Y, además, aprender a disfrutar de todas las ventajas que ofrece Internet.
Existen proyectos interesantes que sirven de apoyo intelectual para muchas personas mayores. Por ejemplo, la Universidad para Mayores Francisco Ynduráin que tiene su sede en Aoiz (Navarra). Sin embargo, en cualquier ciudad se llevan a cabo actividades destinadas especialmente para las personas mayores. Otra posibilidad que puede aportar muchas satisfacciones es hacerse socio de un Club de Jubilados donde poder asistir cada día para jugar a las cartas, tomar algo, charlar con otros amigos y socializar. Además, en estos centros también organizan viajes y actividades culturales que son muy interesantes.
También hay instituciones centradas en el voluntariado que tienen como objetivo acompañar a las personas mayores que viven solas. En ese caso, aquella persona que lo necesite puede ponerse en contacto con la bolsa de voluntariado de su ciudad para demandar la ayuda de un voluntario. El hecho de recibir una visita semanal sirve de estímulo y de apoyo para aquellas personas que viven solas. Pero a su vez, las personas mayores que tienen calidad de vida, pueden colaborar como voluntarias en algo que les haga ilusión. Este tipo de iniciativas son muy positivas porque sirven para que la persona se sienta valorada y útil.
En la tercera edad es normal tener algún que otro achaque. Por ello, no hay que olvidar que los médicos también se convierten en un punto de apoyo importante para el paciente. De hecho, el médico de cabecera también realiza una gran labor de escucha activa.
Cómo combatir la soledad por la pandemia de COVID-19
Toda esta situación de soledad que puede ocurrir en los mayores se ha visto acrecentada por la pandemia de COVID-19, precisamente porque es este grupo de edad los más vulnerables al virus y a fallecer como consecuencia del contagio. Por eso, ahora más que nunca se debe extremar el contacto virtual con ellos, mediante llamadas, videollamadas o incluso volviendo a escribir cartas, un medio muy usado por ellos y que sin duda les traerá buenos recuerdos.
Debido a esta situación de alarma sanitaria son muchos los Centros de Día o talleres que se han visto en la obligación de cerrar, por lo que muchos mayores se han quedado sin su ocio diario y sin su oportunidad de socializar con otras personas. Esto puede hacer que la sensación de soledad aumente considerablemente y se sientan aislados. Además, a todo esto se suma que las muestras de cariño de hijos, nietos y amigos han cambiado, ya no hay besos ni abrazos, lo que puede pasar factura a su salud mental.
Por todo lo anterior, ahora es el momento de apoyar a los mayores, de ayudarles a estar entretenidos y acortar la distancia que nos separa gracias a las tecnologías.
Creado: 29 de septiembre de 2012