Cómo afrontar una infidelidad
Resistir a la tentación del deseo estando en pareja, no siempre resulta sencillo, por eso, nos ponemos en la piel tanto del infiel, como de su pareja, para saber cómo puede actuar cada uno ante esta situación.

Cómo dejar de ser infiel

Por: Maite Nicuesa Guelbenzu

Doctora en Filosofía y experta en coaching

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 13 de febrero de 2025

Ser infiel es un juego de espejos: un reflejo de deseos insatisfechos, emociones no resueltas o, simplemente, una búsqueda de adrenalina. Pero cuando la culpa pesa más que la emoción, cuando las mentiras se convierten en un segundo idioma y el amor propio se resiente, llega el momento de preguntarse: ¿Cómo dejar de ser infiel?

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Antes de nada. Si eres infiel una vez tras otra, es importante que asumas que tienes un problema. Solo a partir de ahí podrás avanzar. Para cambiar tu comportamiento y dejar de ser infiel, es fundamental que acudas a un especialista para poder hacer terapia y descubrir las causas de tu actitud. A veces, la infidelidad está ligada a inseguridades profundas. Trabaja en tu autoestima, en aprender a sentirte completo sin necesidad de validaciones externas. 

Lo primero que debemos hacer es mirarnos al espejo y preguntarnos, ya que, detrás de cada aventura hay una razón: ¿Te falta algo en tu relación? ¿Buscas validación? ¿Tienes miedo al compromiso? Conocerte a ti mismo es el primer paso para romper el ciclo de la infidelidad.

Cambia el concepto de culpabilidad por el de responsabilidad. La culpa te atormenta, en cambio, la responsabilidad te convierte en dueño de tus actos y te dota de la libertad de poder actuar de otra forma en el futuro.

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Respecto a ese deseo ante el que en ocasiones sucumbes debes saber dos cosas, que no es el enemigo, y que hay estrategias para lidiar con la tentación. Así, si hay personas en tu entorno, situaciones o espacios que te empujan al límite, pon distancia. La tentación es real, pero también lo es tu capacidad de elegir. Así que, si de verdad quieres cambiar, empieza por evitar lo que te hace caer en lo mismo. Además, no se trata de apagar la atracción o la curiosidad, sino de canalizarla de forma sana. Flirtear está bien, fantasear es normal, pero cruzar la línea siempre es una decisión. La clave está en aprender a gestionar el deseo sin traicionar tus valores o la confianza de quien amas.

Por otra parte, conviene precisar que la vida en pareja no está hecha para todo el mundo. Cada persona tiene que elegir su camino. Tener una relación no sólo implica disfrute, sino también capacidad de renuncia, respeto al otro, firmeza en los sentimientos, y lealtad. Ser infiel es una vía de escape, pero ¿es la que realmente deseas? Si te aferras a una relación que ya no te llena, quizá sea momento de soltar. Si amas a tu pareja y quieres seguir con ella, comprométete contigo mismo para construir una relación basada en la sinceridad.

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Para finalizar, conviene matizar que pese a que desde un punto de vista cultural siempre se ha asociado la infidelidad con los hombres, en realidad la infidelidad es un acto que afecta a hombres y mujeres indistintamente porque las debilidades son humanas.

Creado: 15 de enero de 2013

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