Cómo hablar de sexo con los niños pequeños
Actualizado: 4 de julio de 2022
Desde la más tierna infancia los niños van a tener dudas o curiosidad respecto al sexo. La información que deberán transmitir los padres en ningún caso debe restringirse a términos sexuales-biológicos (por ejemplo referidos al aparato reproductor), sino que deberá contener, además, información sobre los aspectos afectivos, relacionales, etcétera. Pero, ¿a qué dudas se enfrentarán los padres en función de la edad de sus hijos y cómo pueden resolverlas?
Niños de 0 a 2 años
Evidentemente, el niño no va a hacer preguntas a esta edad, por lo que más importante que lo que dicen los padres será lo que hacen ante las manifestaciones sexuales del pequeño. El bebé descubre el placer sexual a partir del contacto corporal con las personas que le cuidan, especialmente con la persona que lleva a cabo la función materna (que no siempre tiene que ser la madre). Las conductas que producen placer al niño son la succión y el tacto, por ello es importante que los padres permitan que el pequeño satisfaga estos deseos a partir de objetos adecuados para ello (que no tengan peligro si se llevan a la boca o se tocan), y que mientras mama o toma el biberón la madre le mire, acaricie, hable… Al final de los 2 años el placer lo consiguen a partir del control de esfínteres y los juegos relacionados con este hito. Los padres deberán facilitar estos juegos sin preocuparse de que se mojen o ensucien, y dejarles hablar de su pis y su caca, además de acompañar el control de estas funciones fisiológicas con frases como “muy bien, mi niño ya sabe pedir a mamá que le lleve a hacer pis”.
Niños de 3 a 5 años: primeras preguntas sobre sexo
Este pequeño charlatán e investigador que confunde realidad con fantasía tiene dos grandes preocupaciones sexuales: la diferencia entre sexos y el origen de la vida. Es la etapa de los por qué, que deben ser satisfechos por los padres. Es importante que cuando nos comuniquemos con niños de esta edad llamemos a las cosas por su nombre (por ejemplo pene en lugar de colita o vulva en lugar de rajita).
También podemos ayudarnos de láminas adaptadas a su edad para dar respuesta a la curiosidad de los pequeños, que nunca debe ser reprimida, pues esto les generará vergüenza y pudor.
Entre los 6 y los 9 años: naturalizar el sexo
A esta edad las preguntas son más elaboradas. La más frecuente es cómo se juntan el espermatozoide y el óvulo. En este caso, los padres deben responder claramente en qué consiste la relación sexual, sin olvidar los afectos entre los miembros de la pareja. La explicación debe ser sencilla, por ejemplo: los testículos son una fábrica de espermatozoides que viajan por unos tubos…
Si no lo preguntan, a esta edad aún no es necesario hablar de la anticoncepción. Y si el niño aún no ha hablado de sexo, los padres deberían buscar oportunidades cotidianas para sacar el tema de forma natural.
Creado: 23 de mayo de 2014