Qué es el gaslighting: perfil del manipulador y de la víctima
Actualizado: 11 de noviembre de 2022
El gaslighting –en castellano hacer luz de gas– no es un concepto nuevo, este mecanismo de manipulación emocional, que consiste en hacer pensar a la otra persona que su realidad esta alterada y que llegue a dudar de su propia percepción, lleva siendo estudiado durante años por los psicoanalistas. Esta técnica, que se caracteriza por ser lo suficientemente sutil para generar dicha confusión, suele ser llevada a cabo por personas muy cercanas, como un familiar o la propia pareja, y suele prolongarse bastante en el tiempo, ejerciendo un progresivo desgaste a base de pequeños comentarios y mentiras.
Para entender mejor este término vamos a hacer referencia al argumento de la película estadounidense Gasligth (1944) –Luz que agoniza, en su versión en castellano–. En ella, el marido de la protagonista manipula su realidad, cambiando cosas de lugar y atribuyéndole dichos actos a su mujer o negando haber tenido conversaciones juntos que ella recuerda, con el fin de que crea que tiene un problema mental y así poder quedarse con su fortuna.
En gran parte, este tipo de técnica de manipulación emocional consiste en persuadir a la otra persona para que dude de lo que ve, dice o hace, de esta manera se puede tener un mayor control sobre ella, ya que la víctima tiende a encontrarse confundida, lo que deriva en una dependencia todavía más notable a su verdugo.
Manipulación relacionada con la identificación proyectiva
Según nos ha contado el Dr. José Félix Rodríguez, presidente de la Asociación Española para el Fomento y Desarrollo de la Psicoterapia (AEFDP), esta manipulación está relacionada con la identificación proyectiva, una técnica en la que una persona atribuye varias o una de sus características que no le gustan a otra persona, descargando su ira sobre ella con el fin de sentirse mejor consigo mismo.
Casi todos hemos hecho esto alguna vez, pagar los platos rotos con alguien cercano, por lo general identificada como más débil, sin embargo, esta situación se convierte en propia de un gaslighting cuando se alarga en el tiempo y el nivel de manipulación es elevado, explica el experto en psicoterapia.
Este comportamiento de manipulador es propio de personas con trastornos de la personalidad y especialmente en sociópatas, gente con trastorno límite de la personalidad o personas narcisistas, con un alto concepto de sí mismos, las cuales escogen a su víctima, que suele tener una personalidad sumisa, con una autoestima baja o tendente a la culpabilidad.
Creado: 15 de junio de 2018