Problemas que experimentan los pacientes adultos con ecolalia

A continuación vamos a describir un ejemplo de una situación común que se puede presentar con pacientes adultos afectados por ecolalia, y cómo se deberían resolver. Se trata de un adulto con afasia –y su frustración cuando no le entienden–.

Adulto con afasia y ecolalia

Antonio es un paciente de 55 años que hace seis meses sufrió un ictus, y a consecuencia de esto tiene afasia, problemas en la comprensión y, especialmente, en la expresión del lenguaje. En este ejemplo experimenta una situación en la que no se sabe hacer entender en la interacción con el panadero.

Antonio tiene que empezar a poner en práctica los diferentes guiones que hemos trabajado en las sesiones de logopedia mediante roll playing/simulaciones. Para ello, nos hemos preparado mediante un guión dotado de pautas claras que debe seguir ante las posibles preguntas que el tendero pueda realizarle, con respuestas ya establecidas porque sabemos de antemano que lo que queremos comprar son dos barras de pan.

En este tipo de pacientes, el problema surge cuando al llegar a la panadería se encuentran que no solo está el tendero, sino que hay más gente conocida del barrio, por lo que se ponen nerviosos, y esto va a alterar la calidad de sus emisiones y de la propia comprensión aunque sepa lo que debe decir. Le resulta difícil controlarse por el miedo al ridículo y a equivocarse; es frustrante para ellos el saber y no poder.

Debido a que no ha sabido controlar los nervios, en este primer intento Antonio solo ha sido capaz de emitir ecolalias, que nada tenían que ver con el tema a tratar. En concreto, la ecolalia mas común de Antonio cuando se pone nervioso es una palabrota que repite una y otra vez de manera rápida y constante.

Esto puede resultar extraño a las personas presentes, pero es lo mas común en estos casos, por eso la gente del entorno cercano a Antonio tiene que ser paciente y comprensiva con él, aplicando las pautas y consejos que explicamos en el apartado del tratamiento.