Factores que influyen en la voz de los niños

Existen diversos factores que afectan a la calidad de la voz de los niños aunque no sufran ninguna patología específica. Por ejemplo, si nuestro hijo es nervioso y adelanta la mandíbula o aprieta los dientes, hay que enseñarle a relajarse; para ello podemos alternar ejercicios de respiración tumbado o sentado con música relajante. Si por el contrario está todo el año congestionado y con gran exceso de moco, hay que tener en cuenta que esto le va a dificultar lanzar la voz y la calidad de esta no va a ser buena; siempre será más nasal y gangosa.

La tos irrita las cuerdas vocales, produciendo un sobreesfuerzo en ellas. En este caso no abusar de la voz o hacer tiempos de reposo va a favorecer su calidad y evitar que aparezcan patologías orgánicas.

Recuerda que nuestro cuerpo necesita descansar, y la voz también. Enfermedades como sinusitis, laringitis, bronquitis o asma, también influyen directamente en la calidad de la voz de nuestros niños, e incluso los medicamentos y aerosoles con los que se tratan estos y otros problemas de salud, ya que resecan en exceso la zona. Una buena hidratación que compense esta sequedad es importante en estos casos.

También debes saber que los productos mentolados no favorecen la recuperación de la voz, porque aunque en principio sintamos alivio resecan mucho la zona, y eso es más perjudicial, ya que las cuerdas vocales necesitan estar húmedas.

Os animo a que probéis a realizar los ejercicios y juegos que se indican en el apartado anterior; observaréis que son fáciles de poner en práctica, y a los niños les resultan atractivos porque para ellos son un juego que, además, realizan con vosotros. Solo os va a llevar un máximo de media hora al día, y con dos o tres días que practiquéis a la semana notaréis los resultados, tanto en vuestros hijos como en vosotros, ya que muchas veces no somos conscientes de que no hablamos o lanzamos nuestra voz correctamente, porque nadie hasta ahora nos había dicho nada al respecto.