Bajo deseo sexual, soluciones para recuperar las ganas
La falta de deseo sexual es un problema que puede deteriorar la relación de pareja e incluso causar ansiedad en el que lo sufre. Te contamos qué puede provocarla y qué hacer para recuperar la chispa de la pasión.

Qué es la inapetencia o el bajo deseo sexual

Por: Georgina Burgos

Sexóloga, psicóloga y escritora

Actualizado: 5 de septiembre de 2022

La inapetencia o el bajo deseo sexual son conceptos diversos y escurridizos generados por nuestra sociedad. En función del enfoque desde el que abordemos la cuestión podremos llegar a una definición o a otra, todo depende del color del cristal con que se mira.

Si deseamos una definición muy concreta y sintética, aunque siempre desde la perspectiva de que ello supondrá una pérdida de la magnitud del hecho sexual humano, podemos decir –como afirma en parte el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales para el deseo sexual hipoactivo– que se trata de una ausencia o deficiencia de fantasías y deseos de actividad sexual, de forma persistente, durante un mínimo de seis meses, que provoca malestar intenso en la persona que lo padece o dificultades en la relación interpersonal. A lo que podríamos añadir que se trata de la disfunción sexual femenina más común.

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No obstante, en este asunto es muy relevante plantearnos de qué hablamos cuando hablamos de deseo. ¿Este deseo está vinculado solamente a actividades relacionadas con los genitales, la excitación y la consecución del orgasmo? ¿O por el contrario abrimos la puerta a relaciones que no siguen un enfoque del “todo o nada”; es decir, que se adentran en un mundo de caricias y sensualidades erótico-afectivas valiosas por sí mismas, que pueden o no desembocar en el orgasmo, en la penetración o en niveles elevados de excitación?

Además, es importante distinguir entre inapetencia sexual y el deseo de diferentes frecuencias y ritmos sexuales en el marco de la relación de pareja. Esto último es bastante habitual, ya que rara vez los miembros de una pareja desean la misma frecuencia para sus encuentros eróticos y sexuales, ni tampoco las mismas prácticas. Por tanto, el miembro de la pareja con menor  deseo sexual no necesariamente tiene inapetencia o bajo deseo sexual, ya que existe un amplio margen para la diversidad erótica. 

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Creado: 7 de octubre de 2013

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