No alcanzar el orgasmo hace que algunas parejas entiendan como incompletas sus relaciones sexuales. La anorgasmia es casi siempre un problema de origen psicológico. Te ayudamos a alcanzar el clímax.
Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad
Actualizado: 25 de noviembre de 2022
Cuando con frecuencia no es imposible alcanzar el orgasmo en nuestras relaciones sexuales, es normal que nos preguntemos a qué se debe. Las causas de índole psicológica cobran especial importancia en este tipo de trastornos o disfunciones orgásmicas, pues las consultas por anorgasmia generalmente están relacionadas con alguno de las causas o factores que enumeraremos a continuación y que nos impiden lograr el clímax:
Causas psicológicas de la anorgasmia
Obstáculos sociales: durante largo tiempo el placer femenino ha sido dotado socialmente de absurdas connotaciones nocivas, y relegado injustamente a un segundo plano. De esta manera, se ha ido reprimiendo de alguna forma el hecho de que la mujer disfrute plenamente de su sexualidad y se han ido tejiendo sentimientos de culpa capaces de obstaculizar e inhibir el logro del clímax en muchas de ellas.
Estados emocionales: diversos estados emocionales como la ansiedad, la depresión o el estrés son malos compañeros también en esta ocasión. Así mismo, una excesiva autoexigencia a la hora de alcanzar el orgasmo puede ser altamente contraproducente. Para tratar de gozar al máximo de nuestra sexualidad y sacarle el mayor partido posible debemos estar relajados, cómodos y libres de presiones que puedan menoscabarla.
Inadecuada estimulación sexual: en numerosas ocasiones el problema se esconde tras unas prácticas sexuales inadecuadas dónde la falta de habilidades es evidente. El poco tiempo dedicado a los prolegómenos o la falta de comunicación en la pareja hace que aquellas prácticas que llevamos a cabo no sean las convenientes o las suficientes para alcanzar el objetivo deseado.
Falta de información sexual: una información sexual inadecuada o deficiente es portadora de falsas creencias que entorpecen y dificultan los encuentros íntimos. Un buen ejemplo de ello es la pérdida de control que se ha asociado en numerosas ocasiones erróneamente con la vivencia del orgasmo, instaurando así sentimientos de temor a experimentarlo.
Problemas de pareja: los problemas que pueda tener la pareja también se reflejan, entre otras situaciones, en la cama. Si no estamos a gusto con nuestro compañero sexual nuestras relaciones sexuales se van a ver influenciadas por este hecho.
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Causas orgánicas de la anorgasmia
Aunque los fundamentos de la anorgasmia suelen esconderse detrás de causas psicológicas en la mayoría de los casos, también podemos identificar determinadas razones o causas de origen fisiológico:
El consumo de sustancias como determinados fármacos o ciertas drogas puede producir efectos nocivos en la respuesta sexual impidiendo o dificultando la función orgásmica. Un buen ejemplo de ello puede ser el uso de antidepresivos, sedantes, opiáceos o determinados antihipertensivos.
También algunas enfermedades de origen neurológico, endocrino o ginecológico pueden bloquear de alguna manera la consecución del clímax. Afecciones como la diabetes, la esclerosis o las dolencias que afectan a la médula espinal son un buen ejemplo a tener en cuenta.
Uno de los factores más importantes a los que debemos prestar especial atención es el estado de nuestros músculos vaginales. Dicha musculatura propulsa el orgasmo produciendo rítmicas contracciones, las cuales no serían suficientemente intensas si ésta estuviera dañada o seriamente debilitada.