El punto P es un centro de placer masculino que se estimula a través del ano, y que según los hombres que lo han experimentado con éxito provoca un intenso orgasmo. Aprende a estimular esta zona erógena, paso a paso.
Un hombre puede estimular su punto P en solitario, durante la masturbación y con un vibrador anal, por ejemplo, o en pareja. Para ello, en el mercado existen vibradores adaptados para estimular la próstata, además de fundas para dedos con texturas excitantes que potencian sensaciones intensas y diferentes. En caso de utilizar los dedos directamente es imprescindible que las uñas estén bien cortadas para evitar roces molestos. En pareja, la buena comunicación es esencial para guiar al otro a través de las sensaciones y estímulos que puedan resultar más placenteros.
Los hombres que prueban este tipo de estimulación erótica con éxito desean volver a experimentarlo porque comentan que los orgasmos son más intensos, completos y profundos
En ambos casos, te explicamos cómo estimular el punto P paso a paso para que la experiencia resulte lo más placentera posible:
Relajar y lubricar la zona anal: antes de empezar es necesario preparar la zona anal con el fin de conseguir que esté bien lubricada y relajada. Para ello pueden iniciarse las caricias en la zona del perineo, entre el escroto y el ano, para ir acercándose lentamente a la parte externa del ano, que podrá estimularse con caricias suaves y un buen lubricante.
Introducir el dedo: cuando el hombre se sienta preparado, se introduce suavemente el dedo, despacio, jugueteando con la zona, hasta unos cuatro centímetros, hasta notar la próstata. Siempre atendiendo a las preferencias y deseos de quien recibe la estimulación en su punto P, podrá introducirse también más de un dedo, o un dedo en una funda con textura o un vibrador anal.
Presionar suavemente: es el momento de presionar de forma suave el punto P con toquecitos. La próstata es muy sensible y por ello la estimulación ha de ser suave, para evitar una eyaculación rápida. Esta estimulación puede ser un discreto golpeteo con la yema del dedo en la pared anterior del recto sobre el punto P, en un gesto similar al que se realiza al decirle a alguien “ven aquí” con el dedo. Puede realizarse también un masaje circular.
Con vibrador: en el caso de utilizar un vibrador es importante que esté diseñado para la zona anal y que tenga por tanto un tope que impida la entrada del aparato en su totalidad en el recto. Esta prevención puede ahorrar dificultades molestas. Si está diseñado para estimular la próstata, tendrá una sugerente curvatura en su extremo. La posibilidad de conseguir la estimulación deseada es mayor, pues la vibración incidirá directamente en el punto P.
Doble estimulación: durante la estimulación del punto P, ya sea con el dedo o con un vibrador anal, el hombre puede autoestimularse el pene, el escroto y aquellas zonas que le resulten sugerentemente erógenas. Deleitarse con ambos estímulos a la vez aumenta de forma sinérgica la intensidad del placer, de la excitación y del orgasmo.
Un orgasmo diferente: alcanzado el punto P, se trata de mantener el ritmo de la estimulación hasta llegar al orgasmo, o hasta que el hombre lo desee. Muchos de los hombres que lo prueban con éxito desean volver a experimentarlo porque comentan que los orgasmos son más intensos, completos y profundos. Se trata de un orgasmo diferente, en cuanto a su percepción, al que se obtiene con la estimulación del pene.
Estimular la próstata sin penetración: una alternativa para aquellos hombres que no deseen adentrarse en el punto P consiste en experimentar con la zona del perineo, acariciándola y aplicando pequeñas presiones, que de forma indirecta estimularán delicadamente la próstata dando placer.