Consecuencias de sufrir una agresión sexual
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
La violencia sexual tiene graves consecuencias físicas, psicológicas y sexuales en las víctimas, con un elevado coste social y económico. Entre las secuelas físicas, la Organización Mundial de la Salud destaca:
- Problemas ginecológicos.
- Embarazos no deseados.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Cefaleas.
- Trastornos gastrointestinales.
- Fibromialgia.
- Traumatismos que, en algunos casos, llegan a causar la muerte de la víctima.
En el plano psicológico, una agresión sexual puede producir estrés postraumático, sufrimiento emocional, insomnio, depresión, trastornos alimentarios y hasta puede derivar en intentos de suicidio según los niveles de tristeza y el desconsuelo que experimente la víctima; ahí la importancia de que ésta reciba lo antes posible la atención psicológica adecuada.
Por lo general, la persona que sufre una agresión sexual se victimiza y hasta en algunos casos llega a sentirse culpable por lo sucedido. También es común revivir el ataque, ya sea de forma consciente o inconsciente a través de sueños. Todo ello deriva en una falta de capacidad de concentración, en la reducción de las relaciones por la vergüenza de lo sucedido y, en no pocas ocasiones, la reducción del apetito sexual o la incapacidad de mantener relaciones.
Creado: 24 de enero de 2014