La respuesta sexual: fase orgásmica
Actualizado: 20 de julio de 2022
Cuando la excitación va en aumento y se supera un umbral, llega el orgasmo. En la fase orgásmica –la tercera dentro de la respuesta sexual–, la tensión muscular que habíamos ido acumulando durante la excitación creciente se intensifica aún más y poco después se libera. Nuestra respiración sigue aumentando su frecuencia, del mismo modo que lo hacen también nuestra frecuencia cardiaca y la presión arterial. Se trata de la máxima expresión de la fase de excitación.
El orgasmo en las mujeres
La fase orgásmica se caracteriza por una serie de contracciones que se inician en el tercio externo de la vagina, que se extienden hacia la vulva y el ano y se adentran hacia el útero. Estas contracciones, al principio muy intensas y luego más suaves, se suceden a intervalos de 0,8 segundos. El número de contracciones oscila entre tres y quince, dependiendo de cada mujer; de su edad, de su frecuencia orgásmica, del tono muscular de su musculatura pubococcígea, del nivel de excitación y de la calidad de los estímulos, por ejemplo. Por lo general se trata de contracciones muy placenteras.
Estas contracciones espasmódicas hacen referencia al fenómeno orgánico, pero una mujer es mucho más que su organismo y, en consecuencia, la percepción de este es una experiencia muy personal, en estrecha relación con el grado de abandono a las sensaciones de placer y de sus expectativas de satisfacción. En esto coinciden plenamente hombres y mujeres.
El orgasmo en los hombres
Como en el caso de las mujeres, las contracciones espasmódicas también se suceden cada 0,8 segundos, suelen ser muy placenteras y se perciben de forma subjetiva y significativa por cada hombre, pero, a diferencia de la respuesta orgásmica femenina, la masculina tiene dos fases: la fase de emisión y la fase de eyaculación.
En la fase de emisión, la próstata y las vesículas seminales se contraen y el semen llega a la base de la uretra. Es el momento en que se tiene la sensación de no retorno, de que la eyaculación es inevitable e inminente. A continuación, se inicia la fase de eyaculación, dando lugar a unas contracciones en la uretra y el pene que provocan la salida al exterior del semen.
Diferencias en el orgasmo entre hombres y mujeres
La anatomía y la fisiología sexual femeninas funcionan de tal modo que no requieren un periodo de descanso entre un orgasmo y otro. Si la estimulación continúa tras el primer orgasmo, en las mujeres la excitación puede alcanzar de nuevo el umbral que llevará a otro orgasmo. Por ello una mujer puede ser multiorgásmica.
En el caso de los hombres, por el contrario, tras la eyaculación hay un periodo refractario que alarga el tiempo necesario entre un orgasmo y otro, como veremos a continuación en la fase de resolución.
Creado: 21 de marzo de 2014