Fantasías sexuales
El tirón de las sombras de Grey ha abierto la puerta a que hablemos con menos pudor de nuestras fantasías sexuales. Descubre sus ventajas, las diferencias entre las de ellos y ellas, y cómo manejarlas adecuadamente.

Resuelve tus dudas sobre las fantasías sexuales

Por: María Jiménez Albundio

Psicóloga y sexóloga clínica especialista en infertilidad

Actualizado: 23 de septiembre de 2022

A muchas personas el hecho de tener fantasías sexuales les despierta numerosas dudas sobre la conveniencia o no de llevarlas a cabo, sobre si es sano o no tenerlas, si deben compartirlas con su pareja… Aquí tienes las respuestas de nuestra experta a las preguntas más habituales que todos nos hemos hecho alguna vez acerca de las fantasías sexuales:

  • Fomentando la fantasía: atrévete a ampliar tu imaginación e incita a tus sentidos a fantasear. ¿Cómo? Pues muy sencillo; para comenzar reserva un huequito de tu tiempo y dedícalo a ello. Seguimos con un buen libro de corte erótico, o quizá prefieras una sugerente película pornográfica… ¡tú eliges! Puede que lo tuyo sea la escritura, ¡pues adelante!, no lo dudes, coge papel y lápiz y comienza a escribir tu propia y excitante historia. Como ves, se trata de pensar en sexo, tenerlo presente en nuestro día a día y otorgarle toda la importancia que, sin duda, merece.
  • Fantasía sexual y realidad: un aspecto clave a la hora de tratar este tema es discernir claramente entre una fantasía y lo que deseamos en realidad. Que experimentemos determinados pensamientos no significa en absoluto que queramos llevarlos a cabo o que disfrutáramos si ello llegara a suceder. No te asustes, ten en cuenta que simplemente son recreaciones mentales y en tu mente mandas tú.
  • Llevar a cabo una fantasía sexual: ¿Debemos cumplir algunas de nuestras fantasías? Pues siempre y cuando los protagonistas estéis de acuerdo, adelante. Advertencia: alguna ficción supera la realidad, así que tu fantasía podría dejar mucho que desear, piénsatelo…
  • Compartir una fantasía sexual: una fantasía es personal e intransferible, así que no tienes por qué contársela a nadie a menos que tú quieras, claro.
  • Fantasías sexuales y pareja: ¿Quién piensa que el mundo de las fantasías queda reservado a personas que no tienen pareja? Esto resultaría una gran pérdida e injusticia para las relaciones después de las interesantes utilidades que hemos enumerado, ¿no crees?
  • Fantasías sexuales e infidelidad: el tener pensamientos eróticos con alguien distinto a tu pareja no puede considerarse una infidelidad de ninguna manera, pues aquello que no existe no puede tenerse en cuenta.
  • Cuándo una fantasía sexual nos hace sufrir: si tus propias fantasías no resultan agradables o placenteras, sino que resultan altamente perturbadoras y agobiantes, no dudes en ponerte en manos de profesionales. No obstante, recuerda, solamente se trata de representaciones mentales, etéreas, y cómo tales podrás cambiarlas, tu terapeuta te dará las claves.
  • Fantasías sexuales inhibidas: una educación conservadora plagada de mitos y falsas creencias puede coartar tu libertad de fantasear. ¿El antídoto? Como siempre, una buena educación sexual.

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Creado: 18 de septiembre de 2013

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