Slamsex, uso de drogas inyectables durante la práctica sexual
Actualizado: 31 de octubre de 2024
La Real Academia de la Lengua Española define una orgía como una “reunión de personas en la que se practica sexo sin moderación y, generalmente, se consume alcohol y otros estimulantes”. Y si bien la humanidad hace cientos de años que lleva a cabo estas prácticas, al “alcohol” y “otros estimulantes” se han ido añadido sustancias que ponen en riesgo la salud, tanto física, como mental, de sus participantes.
Así, se ha acuñado el término slamsex –de la unión de slam (golpe o subidón) y sex (sexo)– para denominar una práctica sexual en la que se combina el uso de drogas psicoactivas con actividades sexuales, generalmente en grupo. Se trata de una modalidad del chemsex –chemical sex o sexo químico–, sesiones en las que se consumen drogas con la intención de mantener relaciones sexuales por un periodo de tiempo prolongado (que puede durar desde varias horas hasta días) y mejorar la experiencia, pero en el caso del slamsex se usan drogas inyectables.
En qué consiste el slamsex
El uso sexualizado de drogas inyectables antes o durante la práctica del sexo para intensificar la experiencia estaba inicialmente asociado a hombres gais, bisexuales, y otros hombres que tienen sexo con hombres, pero se ha extendido también entre los heterosexuales, especialmente entre los jóvenes.
Es, además, una tendencia que se está popularizando en las aplicaciones para ligar, como advierte un reciente artículo publicado en The Conversation, hasta el punto de que se puede convertir en un requisito que determine la elección de una pareja sexual, como señala un estudio publicado en Sage Journals: “saber que una posible pareja sexual estaba interesada en el slamming parecía ser una consideración tan importante como su apariencia, ubicación, rol sexual e intereses eróticos”.
En cuanto a las razones que llevan a una persona a iniciarse en estas prácticas, el Dr. Jorge del Romero, miembro del Grupo de Estudio de Enfermedades de Transmisión Sexual (GEITS) de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica (Seimc) y director del Centro Sanitario Sandoval explica a Webconsultas que los usuarios "experimentan sensaciones de placer sexual vinculado a las sustancias y cuando el consumo es inyectado se multiplica por 1.000, por lo tanto, tienen un potencial adictivo enorme y es difícil deshacer el camino y abandonar su consumo".
El Dr. Romero explica que el slamsex se caracteriza por:
- Uso de drogas administradas por vía intravenosa –especialmente metanfetamina y mefedrona–, por lo que sus efectos se notan con mayor rapidez e intensidad, y cuyo objetivo es reducir las inhibiciones y potenciar y prolongar el placer sexual.
- Entorno grupal: generalmente se practica en un contexto de fiestas o reuniones en las que un grupo de personas participan de manera simultánea, lo que puede generar dinámicas de riesgo tanto por la exposición a enfermedades de transmisión sexual –ya que se prescinde del uso de preservativos–, como por la interacción entre las drogas y el comportamiento sexual.
- Código lingüístico propio. En las aplicaciones de citas se utiliza un lenguaje que permite identificar a las personas interesadas en este tipo de prácticas, como:
- High and Horny (HnH): define un estado de euforia y excitación sexual, habitualmente por el uso de sustancias.
- Tina (T): término coloquial para mencionar a la metanfetamina, que se utiliza frecuentemente durante los encuentros.
- Party and Play (PnP): se refiere al uso de drogas mientras se socializa y se participa en actividades sexuales.
Riesgos asociados a la práctica de slamsex
El consumo de drogas tiene graves consecuencias para la salud con independencia del contexto en el que se dé, y en el caso del slamsex se asocia a otros problemas relacionados con el propio encuentro sexual, en el que los participantes se encuentran especialmente eufóricos y desinhibidos. Estos son los principales riesgos a los que se exponen las personas que realizan esta práctica:
- Adicción a las drogas. Las sustancias que se usan habitualmente en estas sesiones son la metanfetamina, la mefedrona y la ketamina. La metanfetamina es un estimulante derivado de la anfetamina con efectos más potentes sobre el sistema nervioso y tiene un gran poder adictivo, según advierte el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad. Lo mismo ocurre con la ketamina que, si se mezcla con alcohol u otras drogas, puede tener graves consecuencias, como una depresión respiratoria o un paro cardiaco. El Dr. del Romero afirma que la metanfetamina "es una de las drogas más adictivas y que provoca más brotes psicóticos (alucinaciones, delirios, ver u oír cosas que no están sucediendo…) ".
- Sobredosis. El consumo de drogas por vía intravenosa aumenta el riesgo de sufrir una sobredosis.
- Mayor probabilidad de contraer una enfermedad de transmisión sexual. El Dr. Romero indica que "el consumo de sustancias asociado al sexo es uno de los factores que explica por qué se está produciendo un incremento de la incidencia de ITS en España y otros países desarrollados", incluidas algunas tan graves como la hepatitis C y el VIH. La euforia y la desinhibición favorecen que se pierda la sensación de peligro y se mantengan relaciones con parejas ocasionales sin utilizar preservativo. Los datos del último informe del Instituto de Salud Carlos III sobre las infecciones de transmisión sexual (ITS) en España señalan que estas infecciones han continuado aumentando durante 2023. En concreto, y según el informe, entre 2021 y 2023 la infección gonocócica ha crecido un 42,6%, la sífilis un 24,1% y la clamidia un 20,7% anual entre 2016 y 2023.
- Trastornos mentales. El uso de drogas tiene un impacto sobre la salud física, pero también contribuye a la aparición de trastornos mentales. Así, un estudio publicado en PLOS One en diciembre de 2019, mostró que los participantes que practicaban slamsex experimentaron síntomas más graves relacionados con las drogas (abstinencia y dependencia), síntomas de intoxicación grave (pérdida de conciencia) y síntomas psicopatológicos graves durante o después de estas sesiones, como pensamientos paranoides y conductas suicidas. El Dr. del Romero señala que las personas que se inyectan drogas suelen necesitar tratamientos psiquiátricos, que incluyan fármacos como ansiolíticos o antidepresivos, antipsicóticos, etcétera, y en muchos casos deben ser ingresados.
Cómo prevenir las consecuencias del slamsex
Para el Dr. del Romero la clave está en la educación sobre salud sexual y drogas. Porque información, no es lo mismo que formación, afirma, y debería incluirse una asignatura en la escuela para que niños y adolescentes –con mensajes y contenidos adaptados a su edad– conociesen los riesgos asociados a determinadas prácticas y cómo evitarlos y que incluyese desde cómo se evita un embarazo, hasta como se previenen una sífilis o una gonorrea, o el impacto del consumo de drogas en la salud física y psicológica. "En mi opinión –declara– falta educación para la salud en la esfera sexual y, por supuesto, en el ámbito del consumo de sustancias".
Además, "la educación para la salud también permitiría que se aprendiese a respetar a las personas que tienen una orientación sexual diferente a la mayoría, que se respete que hay distintas opciones en la sexualidad humana, que no es mejor una que otra, que los riesgos de las drogas para la salud afectan a cualquier persona, sea heterosexual, homosexual, bisexual, transexual…, y que es necesaria eliminar los estigmas que sufren muchas personas en la escuela, en la familia, en la sociedad en general en función de su orientación sexual".
Creado: 31 de octubre de 2024