Cómo afecta la rotación de turnos de trabajo a la salud
Actualizado: 1 de febrero de 2023
Existen controversias sobre qué es lo mejor para el bienestar de los trabajadores: los turnos fijos (de mañana, tarde o noche) o la rotación (cambio de turno cada varios días, cada semanas o cada mes). Algunos especialistas opinan que ya que se ha demostrado que trabajar de noche es claramente nocivo para la salud, al menos se deberían establecer turnos rotativos para que nadie permaneciese demasiado tiempo desarrollando su trabajo en ese horario. Sin embargo, otros desaconsejan el trabajo a turnos y lo consideran todavía peor que mantener siempre el horario nocturno.
Un trabajador que tenga un turno fijo de noche puede organizar su vida de acuerdo a este ciclo artificial y, aunque no sea aconsejable mantenerse activo por la noche, hay personas que tienen una mayor tolerancia física (los ritmos circadianos no son exactamente iguales en todos los seres humanos) a la actividad nocturna y mayor facilidad para conciliar el sueño fuera del horario natural.
En el caso de la rotación, que parece que se está imponiendo sobre otras alternativas, los expertos advierten de que el cambio constante de turnos podría disminuir la esperanza de vida de los afectados, porque el organismo necesita varios días para adaptarse a cada ciclo, y la rotación supone que cuando esta adaptación por fin se consigue, se empieza otra vez desde el principio, con lo que estaríamos ante una falta de sincronización crónica. Por otra parte, si el turno de mañana comienza demasiado temprano, y obliga al empleado a levantarse antes de las 5.30 o las 6.00 horas, también aminora el efecto reparador del sueño. En cuanto al turno de tarde, las personas con pareja e hijos suelen lamentarse de que en este horario se realizan la mayor parte de las actividades de ocio familiar porque normalmente es cuando coinciden todos en casa.
Si tenemos en cuenta otros factores como la pérdida de la capacidad de adaptación a los cambios de turno con la edad (a partir de los 45 años está contraindicado trabajar a turnos), y que puede resultar especialmente perjudicial para aquellas personas con antecedentes de trastornos del sueño o enfermedades cardiovasculares o digestivas, la rotación tampoco resulta ser una opción muy recomendable.
Se estima que los ciclos circadianos se ven menos afectados cuando se realizan ciclos cortos, es decir, que se cambia de turno cada dos o tres días, porque así los ritmos biológicos apenas se alteran. Sin embargo, esto puede resultar contraproducente para la vida social o familiar del trabajador, o no ser compatible con algunas de sus actividades (si se apunta a algún curso, por ejemplo). Por lo tanto, para establecer un sistema de rotación de turnos es muy importante contar con la opinión de los trabajadores para adaptarlo, en lo posible, a la situación personal de cada uno.
Creado: 4 de enero de 2011