Consecuencias de afrontar mal una crisis económica

Un mal afrontamiento de la crisis puede hacer que llevemos a cabo pautas de comportamiento desajustadas, además de poder precipitarnos importantes alteraciones emocionales.

• Pautas de comportamiento desajustadas:
• Decisiones equivocadas precipitadas por el miedo.
• Sobre implicación en el trabajo.
• Ahorro exagerado “por si acaso”.
• Competitividad excesiva en el trabajo.

Alteraciones emocionales

• Elevados niveles de estrés mantenido en el tiempo: este hecho puede dar lugar a problemas de salud psicofisiológicos como hipertensión, cefaleas, etcétera y problemas psicológicos como crisis de ansiedad, depresión o consumo de sustancias y otras adicciones.
• Indefensión (sentir que las cosas no dependen de ti): este hecho puede dar lugar a la tristeza o depresión.
• Desmotivación y apatía, en muchos casos resultado de la frustración de poner en marcha alternativas para salir de la crisis y no haberlo conseguido.
• Irritabilidad y problemas interpersonales asociados (familia, pareja, amigos, etcétera).

Perfil de personas que afrontan peor la crisis económica

A pesar de que todos somos susceptibles de “no poder más” con la crisis, lo cierto es que, por sus rasgos de personalidad y circunstancias personales pueden existir personas que lleven peor la situación. Estas personas son aquellas que presentan:

• Una baja capacidad para hacer frente a situaciones traumáticas o difíciles (baja resiliencia).
• Un escaso apoyo social que esté dispuesto a echarle una mano si lo necesita (buscar un nuevo trabajo, etcétera).
• Otros estresores concurrentes (al mismo tiempo) a la crisis (separación, enfermedad…).
• Alteraciones emocionales previas.