Tratamiento del burnout

Si sufres el síndrome de burnout o del trabajador desgastado es importante que revises qué es lo que funciona mal en tu ambiente organizacional o en tu forma de trabajar. Es posible que respecto a lo primero no puedas hacer nada, pero lo segundo, tu forma de trabajar, depende de ti. Por ello, intenta revisar tus expectativas, horarios, plazos y tareas con el fin de detectar el estresor que te hace sufrir.

Sin embargo, el burnout en algunas ocasiones puede llegar a ser altamente incapacitante, por lo que en determinados casos puede ser necesario someterse a tratamiento psicológico para poder manejarlo.

El tratamiento del burnout va dirigido al aumento de la percepción de control, el incremento de la autoeficacia personal y a la mejora de la autoestima. Para lograr estos objetivos las técnicas más eficaces son las de orientación cognitivo-conductual. Desde este tipo de intervención psicológica se trabajan técnicas de afrontamiento del estrés, reestructuración cognitiva (mejora en el estilo de pensamiento) y ensayo conductual ante las circunstancias negativas. Estas técnicas permiten al paciente aumentar su nivel de resiliencia y mejorar la gestión emocional ante sus problemas de trabajo.

Hay que tener en cuenta que es frecuente que la persona con burnout sufra algún trastorno emocional añadido, especialmente si lleva mucho tiempo padeciendo este síndrome. En tal caso, será prioritaria la actuación concreta sobre su patología emocional que en algunos casos puede requerir tratamiento farmacológico específico.

Estrategias para tratar el burnout

Junto a la terapia psicológica, el tratamiento del burnout generalmente implica una combinación de estrategias para abordar los aspectos físicos, emocionales y cognitivos del síndrome:

• Descanso y autocuidado: es fundamental proporcionar al cuerpo y a la mente el descanso adecuado. Esto puede incluir tomar tiempo libre, establecer límites claros en el trabajo, dormir lo suficiente, mantener una alimentación saludable y participar en actividades de relajación y recreación.
• Apoyo social: buscar apoyo social es importante en el proceso de recuperación del burnout. Esto puede implicar conectarse con amigos, familiares o compañeros de trabajo de confianza para compartir experiencias, obtener apoyo emocional y recibir consejos o perspectivas adicionales.
• Cambios en el entorno laboral: si es posible, realizar cambios en el entorno laboral puede ayudar a reducir el estrés y el agotamiento. Esto puede incluir la redistribución de tareas, la negociación de cargas de trabajo más razonables, el establecimiento de límites claros y una mejor comunicación con los superiores y compañeros de trabajo.
• Desarrollo de habilidades de afrontamiento: aprender y practicar técnicas de manejo del estrés y habilidades de afrontamiento puede ser beneficioso para lidiar con el burnout. Esto puede incluir técnicas de relajación, respiración profunda, meditación, ejercicios físicos y actividades que promuevan el bienestar emocional.
• Medicación: en algunos casos, se pueden recetar medicamentos para tratar los síntomas asociados con el burnout, como la depresión, la ansiedad o el insomnio. Sin embargo, es importante que la decisión de usar medicación sea tomada en consulta con un médico y sea parte de un enfoque de tratamiento integral.