Diagnóstico del trastorno límite de la personalidad
Actualizado: 11 de noviembre de 2022
El término borderline del trastorno límite de la personalidad no tiene que ver con aquel que hace referencia a un determinado nivel de inteligencia. Una vez hecha esta aclaración, hay que señalar que existe una dificultad objetiva a la hora de establecer el diagnóstico, debido a la gran variabilidad de síntomas que puede presentar cada persona y a los cambios que se manifiestan en el tiempo.
Así, en un momento determinado, una persona puede llegar a consulta por un problema de accesos de ira, es decir, por hipersensibilidad que le lleva a estallar en forma de ira. En otra ocasión, esta misma persona puede demandar ayuda para superar una ruptura amorosa, que ha acabado de forma abrupta a pesar de haber realizado grandes esfuerzos por mantener dicha relación. Más adelante estos síntomas remiten presentándose otros, acumulando un historial clínico aparentemente confuso e inconexo.
Esta amplitud de síntomas posibles que puede mostrar el paciente dificulta el diagnóstico del trastorno límite de la personalidad, ya que alguno de estos puede provenir de otras patologías, como el trastorno bipolar –donde se produce una alternancia de estados de ánimo, aunque sus síntomas son más duraderos en el tiempo–, o el trastorno por déficit de atención por hiperactividad, en el que se da hipersensibilidad e impulsividad, y que conlleva también bajo rendimiento académico, en este caso debido a una falta de atención más que por un continuo cambio de interés.
La tarea del especialista, en primer lugar, será la de determinar si se trata de un trastorno límite de la personalidad, distinguiendo los síntomas que son propios del mismo y, de observarse otros síntomas, determinar si se están produciendo, además, otros trastornos concomitantes. Entre los más habituales que se presentan a la vez está la depresión mayor, el trastorno narcisista y trastornos de alimentación, complicándose además en muchos casos con adicciones y abuso de sustancias, que no hacen sino empeorar el cuadro clínico y complicar su recuperación.
Creado: 12 de abril de 2013