Qué es la piromanía y causas
Actualizado: 30 de julio de 2024
La piromanía se define como un trastorno del control de los impulsos, focalizado en una conducta muy concreta y repetitiva, por el que la persona siente un irrefrenable impulso a iniciar fuegos de forma deliverada y repetitiva, ya sean estos pequeños o grandes incendios, sin la intención de dañar ni buscando un beneficio, y que se caracteriza por que cuando lo ha empezado siente una liberación de las tensiones que experimentaba, a la vez que un goce al observar cómo se va consumiendo lo que ha quemado.
Características de la piromanía y qué siente un pirómano
El pirómano siente una fascinación patológica o atracción anormal por el fuego y sus efectos, lo que incluye un interés en observar incendios, aprender sobre incendios o incluso involucrarse en actividades relacionadas con el fuego, como ser bombero. Este interés va más allá de la curiosidad normal y puede llegar a ser obsesivo. Este comportamiento no se debe a motivaciones económicas, ideológicas, venganza, o deseos de encubrir otro crimen. Los individuos con piromanía encienden fuegos para experimentar placer, gratificación o alivio de tensión emocional.
Las personas con piromanía a menudo experimentan una acumulación de tensión, ansiedad, o excitación antes de iniciar un incendio. Esta sensación puede ser una mezcla de emociones, como una intensa curiosidad, una necesidad de liberar tensión emocional o una búsqueda de emoción. Durante y después de iniciar un incendio, los piromaníacos suelen sentir una profunda sensación de placer, satisfacción o alivio. Pueden experimentar una liberación de la tensión acumulada y una sensación de control o poder. Para algunos, observar el fuego puede ser hipnótico y altamente gratificante, proporcionando una experiencia emocional intensa.
Actualmente se sabe poco sobre la piromanía; ni siquiera existe una estadística real del número de personas que sufren este trastorno, aunque se sabe que afecta en mayor grado a los hombres, y que su origen es desconocido. Algunos autores apuntan a conflictos psicosexuales, mientras que otros indican que es la expresión inadecuada de una persona con escasos recursos sociales, con sentimientos de inferioridad social, física o sexual.
También existe una alta concurrencia entre los pirómanos de trastornos por consumo de sustancias, sobre todo alcohol, ludopatía, y de trastornos depresivos y bipolares.
¿Cuándo y cómo se origina el trastorno de la piromanía?
La conducta incendiaria suele manifestarse ya desde edades tempranas, y presentarse especialmente cuando la persona se enfrenta a alguna crisis personal, como medio de liberar tensiones. Aunque jugar con fuego es una curiosidad común en los niños, la transición a la piromanía implica un patrón persistente y compulsivo de iniciación de incendios que se mantiene y puede intensificarse con el tiempo. La aparición de la piromanía en la edad adulta es menos común, pero no imposible. Por definición es una conducta repetitiva, lo que va a marcar un historial de actos incendiarios, que en algunos casos va aumentando en intensidad y extensión del incendio, por lo que se trata de un comportamiento crónico y autoalimentado, debido al goce que experimenta al quemar.
Si tu hijo empieza a jugar con cerillas o mecheros, o a quemar pequeños objetos como papeles por el simple goce de ver cómo arden, puede ser bueno que por “prevención” le lleves a la consulta de un especialista, especialmente si además se muestra reservado, con pocas amistades, y con tendencia al aislamiento, ya que estas actitudes son el germen en el que se suelen iniciar los pirómanos. La opinión del especialista te permitirá estar tranquilo sobre su diagnóstico y, si es preciso, iniciar tratamiento al respecto.
La piromanía es un trastorno serio que puede tener consecuencias devastadoras tanto para el individuo como para la sociedad. La intervención temprana y el tratamiento adecuado son esenciales para ayudar a las personas con este trastorno a manejar sus impulsos y reducir el riesgo de daños.
Creado: 25 de julio de 2014