Qué es el trastorno de personalidad paranoide
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
En ocasiones, el normal desarrollo de la personalidad se ve alterado por un hecho fortuito que provoca un trauma, o por un ambiente inadecuado para el desarrollo de un niño, o por el cultivo voluntario de ciertas tendencias personales, y estos u otros factores de riesgo pueden desembocar en un trastorno de la personalidad paranoide, que va a acompañar al paciente toda su vida si no se pone en manos de un profesional.
Qué es el trastorno de personalidad paranoide
El trastorno de personalidad paranoide se define como una alteración de la personalidad en la que se dan de forma habitual episodios paranoides, es decir, momentos en los que el individuo tiene una especial suspicacia con respecto a los demás, hacia cuyas intenciones siente mucha desconfianza y recelo, interpretándolas como perjudiciales para él, y acompañándose de pensamientos como: “me quieren estafar”, “me van a engañar”, “quieren tomarme el pelo”…
Que alguien padezca este tipo de trastorno no quiere decir que siempre vaya a estar exhibiendo un comportamiento o forma de pensar alterados, sino que existen momentos en los que se van a presentar por determinadas circunstancias, y a estas alteraciones transitorias de la conducta se les denomina episodios; por ejemplo, episodio paranoide, episodio psicótico…
Es importante señalar que cualquiera de nosotros puede sufrir uno de estos episodios sin necesidad de presentar por ello un trastorno de personalidad. Es decir, el hecho de que alguien sufra puntualmente un episodio paranoide, no supone ningún inconveniente para la vida diaria, ni implica necesariamente el diagnóstico de una patología.
El problema surge cuando estos incidentes se producen de forma habitual y reiterada, lo que se traducirá en un comportamiento acorde a este tipo de pensamientos paranoides, que le va a acarrear al afectado una serie de consecuencias negativas en su vida, tanto en el ámbito laboral como familiar, así como en sus relaciones interpersonales.
Creado: 15 de octubre de 2013