Trastorno límite de personalidad
Las personas con trastorno límite de la personalidad sufren altibajos emocionales, dudas constantes y ataques de ira, lo que dificulta su relación con los demás. Conoce sus síntomas y cómo se puede prevenir.

Qué es el trastorno límite de la personalidad

Por: Dr. Juan Moisés de la Serna

Doctor en Psicología

Actualizado: 11 de octubre de 2022

Si conoces a alguien con una personalidad débil, que tiene una valoración muy pobre sobre sí mismo, y sufre constantes rupturas en sus relaciones y repetidos brotes de ira, puede que esta persona padezca un trastorno límite de la personalidad, también conocido como borderline. Se trata de uno de los trastornos de personalidad menos conocidos y que provoca gran sufrimiento a quien lo padece y a los que conviven con él; además, se puede presentar de forma diferente en cada persona, lo que dificulta un diagnóstico claro y retrasa la aplicación del tratamiento.

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¿Qué es el trastorno límite de la personalidad?

Tal como indica su nombre el trastorno límite de la personalidad está encuadrado dentro de los trastornos de personalidad, y también se le denomina trastorno fronterizo de la personalidad o borderline; este término puede llevar a cierta confusión, pues también se usa para designar un determinado grado de inteligencia. La inteligencia borderline se corresponde con la puntuación intermedia obtenida en las pruebas de inteligencia, resultando inferior a la normal sin llegar al retraso mental.

En el trastorno límite de la personalidad no se ve afectada la inteligencia, a diferencia de otras áreas como la emocional o el control de los impulsos

Es importante no confundirlo, ya que en el trastorno límite de la personalidad no se ve afectada la inteligencia, a diferencia de otras áreas como la emocional o el control de los impulsos. Se presenta con mayor frecuencia en la población femenina, en una proporción de tres casos frente a uno en hombres. La edad de inicio es temprana, normalmente antes de la adolescencia. Aunque a veces tiene un origen genético, en la mayoría de los casos responde a un ambiente familiar desestructurado o por abusos.

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Su característica principal es que los afectados tienen una personalidad débil y cambiante, que duda de todo, incluso de sí misma, con momentos de calma que se pueden volver al instante y sin previo aviso en ira, ansiedad o desesperación. En estas personas las emociones “están a flor de piel”, y viven las relaciones muy intensamente, tanto en el enamoramiento, en el que se llega a idolatrar a la otra persona, como en las rupturas, donde afloran sentimientos de desprecio por verse rechazado.

La convivencia con una persona con trastorno límite de la personalidad es muy difícil; de ahí las constantes rupturas de relaciones de pareja, donde la otra parte “no aguanta más” la situación, que puede llegar a ser “asfixiante”. A esto se le van a añadir problemas en el rendimiento y en las relaciones de trabajo, lo que puede poner en riesgo la economía de quien sufre este trastorno. Además, se suele ver agravado con la presencia de adicciones a sustancias, e incluso de otros trastornos presentados a la vez.

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Creado: 12 de abril de 2013

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