¿Lactancia materna o lactancia artificial?
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Para cualquier mujer el hecho de dar a luz es un hito en su vida y, tal vez, uno de los momentos más importantes a recordar para siempre pero, después de este momento, llega otro fundamental en la relación con su hijo, con su pareja, y en su propia madurez como persona, y es el periodo de la lactancia.
Tras el parto, se pone en marcha la producción de prolactina, la hormona que favorece la secreción de leche materna, siendo este proceso fomentado por la succión precoz y frecuente del recién nacido.
Y, en medio de esta montaña rusa de emociones, de sentimientos encontrados marcados por el baile hormonal, nos hallamos ante un nuevo miembro de la familia y, además, inmersos en el proceso de recuperación de la reciente mamá. Ahora, el centro de atención y cuidados es el bebé, por supuesto, pero no debemos dejar de prestar atención a la madre, a su recuperación del parto, y a la relación con su pareja y su entorno.
Lactancia materna y lactancia artificial
Las necesidades nutricionales varían notablemente en función de si se opta por la lactancia materna o la lactancia artificial, a través de fórmulas lácteas adaptadas para la edad pediátrica.
También es posible compaginar ambas, pero es conveniente saber que, cuanto mayor sea la frecuencia y cantidad de lactancia materna, más leche produce la madre, ya que existe una retroalimentación positiva.
Todos los organismos que tienen algo que decir sobre salud, sanidad, alimentación o pediatría, recomiendan la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad. Esto quiere decir que el bebé no necesitaría tomar absolutamente nada más que la propia lactancia a demanda, ni siquiera agua, porque estaría suficiente y correctamente alimentado e hidratado.
Los beneficios de la lactancia materna son múltiples y variados. Entre otros, destacan:
Sin embargo, puede haber múltiples razones para optar por la lactancia artificial.
Creado: 29 de agosto de 2012