El reto de la conciliación laboral y familiar
Doctora en Filosofía y experta en coaching
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Encontrar el equilibrio entre vida personal y laboral supone entender que ambos aspectos son dos pilares fundamentales de la felicidad que pueden ponerse en armonía, aunque las dificultades que surgen del ritmo de vida del siglo XXI, marcado por la prisa, los sueldos bajos y las largas jornadas de trabajo, sean notables.
Alcanzar la conciliación laboral y familiar resulta difícil porque, por lo general, los horarios de trabajo de los padres y sus vacaciones no son similares a los que tienen los niños en el colegio. Además, otro aspecto a tener en cuenta es que todo ser humano necesita descansar. Quienes concilian trabajo y familia también tienen menos espacio para sí mismos y, al tener más dificultades para desconectar de las obligaciones, surge el estrés.
La conciliación laboral es también complicada porque en la mayoría de los casos siguen siendo las madres las que asumen más responsabilidades en el cuidado de los niños. Por ejemplo, suelen ser ellas las que con más frecuencia acuden a las tutorías escolares o llevan a sus hijos al médico. El sentimiento de culpa que presentan muchas mujeres con relación a su maternidad demuestra la lucha interior que arrastran todas aquellas que se sienten mal consigo mismas por no poder dedicar a sus hijos tanto tiempo como quisieran.
Para la mayoría de los trabajadores es difícil lograr que sus asuntos laborales no afecten a su vida familiar, y a la inversa. Para cualquier trabajador que está preocupado por un tema familiar, también es complicado concentrarse al cien por cien en su labor profesional; la mente no es una máquina, y esta es la primera premisa básica para poder comprender las propias necesidades.
Desde el punto de vista económico, muchas familias tienen dificultades para conciliar su vida laboral y familiar porque no disponen de los recursos materiales necesarios para poder contratar una niñera. Ante esta imposibilidad, los abuelos se han convertido en el gran soporte de las familias del siglo XXI. Juegan con los niños en el parque, acuden a buscarles a la salida del colegio, y se ocupan de todas sus necesidades mientras los padres no están. Esto también tiene un precio: muchos mayores han renunciado a su libertad para seguir sacrificándose por los nietos, después de toda una vida haciéndolo por sus propios hijos.
La conciliación laboral resulta más o menos difícil en función del estilo de vida asumido. Por ejemplo, es más fácil conciliar trabajo y familia cuando se vive en un pueblo, que si se reside en una gran ciudad, en la que se pierde mucho tiempo en los desplazamientos, se gasta más dinero en vivienda y transporte, y no existe la confianza entre vecinos tan habitual en localidades pequeñas, que permite pedir y hacer pequeños favores como quedarse con los niños de otra persona mientras ésta hace un recado, por ejemplo.
Creado: 14 de mayo de 2014