Causas de esterilidad en la mujer y en el hombre
Médico de Familia
Actualizado: 16 de diciembre de 2024
Cuando una pareja tiene problemas para quedarse embarazada y procrear, es importante identificar los motivos y el origen de los problemas de esterilidad, ya sean de él, o de ella, para intentar buscas las soluciones adecuadas a cada caso.
Estas son algunas de las causas más comunes de esterilidad, tanto en hombres como en mujeres:
Factores de esterilidad femeninos
Entre los principales, estos serían los factores más habituales que pueden propiciar la esterilidad entre las mujeres:
- Causas ováricas: defectos de ovulación, que pueden deberse a unos ovarios disfuncionales o a una alteración en las estructuras glandulares y cerebrales que controlan su actividad, y que tiene que determinar un especialista para prescribir el tratamiento adecuado. También destaca la poliquistosis ovárica y otros problemas foliculares que interfieren con la ovulación.
- Causas tubáricas (de las trompas de Falopio): obstrucción, defectos de movimiento del ovocito, espermatozoides o cigoto. Estas causas pueden ser de origen inflamatorio, como la endometriosis; congénito, como un útero tabicado; o benigno, como la presencia de fibromas.
- Causas uterinas: cicatrices, miomas o malformaciones, defectos hormonales que provocan cambios en el útero. Estas pueden ser de origen inflamatorio, como la endometriosis; congénito, como un útero tabicado; o benigno, como la presencia de fibromas.
- Causas cervicales (el cérvix es la zona más inferior del útero): obstrucción, alteración del moco vaginal que dificulta el ascenso del semen.
- Causas abdominales.
- Trastornos endocrinos: desequilibrios hormonales que afectan la función reproductiva, como los que involucran al hipotálamo y la hipófisis. Ejemplos comunes incluyen el cáncer de hipófisis y el hipopituitarismo.
- Factores psicológicos: pueden existir trastornos emocionales que influyan negativamente a la hora de concebir un hijo. Elevados niveles de estrés, o de ansiedad, dificultan mucho este proceso, e incluso interfieren en los buenos resultados de una técnica de reproducción asistida, por lo que en ocasiones es fundamental consultar con un psicólogo.
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Factores de esterilidad masculinos
Entre los hombres, sin embargo, estos son los factores más frecuentes ligados a la esterilidad:
- Factores pretesticulares: desequilibrios en las hormonas secretadas por la hipófisis, el hipotálamo o los testículos, como la testosterona, pueden alterar la producción de espermatozoides. Cánceres en la hipófisis o los testículos son ejemplos de enfermedades que causan estos desequilibrios.
- Factores testiculares: alteraciones genéticas, falta de testículo/s, alteraciones en la vascularización a nivel testicular, exposición a tóxicos como el tabaco y el alcohol, radiaciones… La incapacidad de los testículos para producir espermatozoides puede deberse a un varicocele, tratamientos farmacológicos como la quimioterapia, o daño en las células productoras de espermatozoides.
- Factores postesticulares: obstrucción en los conductos eyaculadores o en las vesículas seminales y problemas en la eyaculación del semen (disfunción eréctil, disfunción en la eyaculación…). Suelen ser consecuencia de lesiones o infecciones del aparato genital.
- Deficiencias en el esperma: alteraciones en la forma, movilidad o recuento de los espermatozoides afectan negativamente la fertilidad. Por ejemplo, el uso de esteroides anabolizantes puede influir en la calidad y cantidad del esperma.
- Factores ambientales y de estilo de vida: hábitos como el tabaquismo, el consumo excesivo de alcohol y la obesidad pueden reducir la fertilidad. Además, la exposición a toxinas y contaminantes ambientales puede tener un efecto tóxico directo sobre los espermatozoides.
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Frecuencia de la esterilidad
Un informe de 2023 de la Organización Mundial de la Salud apuntaba que cerca del 17,5% de los adultos (uno de cada seis aproximadamente) presenta este problema en algún momento de sus vidas. No obstante, es muy complicado ofrecer un porcentaje fiable de parejas estériles, aunque habitualmente se sitúa entre un 10 y un 15%. Una serie de factores impiden que pueda obtenerse una cifra fiable:
- El número de parejas que acuden al médico por problemas de fecundidad es muy inferior al de parejas estériles que existen, y se calcula que entre un 25 y un 50% de las parejas estériles no consultan con un especialista por diferentes motivos: por desconocimiento, indiferencia frente a la procreación, falta de confianza en la posibilidad de recibir ayuda, temor a las exploraciones y tratamientos, así como por motivos económicos.
- Las estadísticas varían mucho en función del país, la etnia, el nivel socioeconómico, las condiciones sanitarias, y la prevalencia de enfermedades de transmisión sexual. Esto impide conocer la cifra real de parejas con problemas de esterilidad, pero es evidente que en los países occidentales se está asistiendo a un importante aumento en la demanda de los servicios médicos para el estudio y tratamiento de esta afección. Esto se explica por un incremento de la esterilidad involuntaria motivado por múltiples factores:
- Aumento de las enfermedades de transmisión sexual.
- Retraso en la edad en la que se busca la primera gestación.
- Adquisición de hábitos tóxicos, etcétera.
- Mejora del nivel de vida que, unido a los avances técnicos y los progresos en la obtención de resultados, tiene como consecuencia este incremento en la demanda.
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Estudio de esterilidad: pruebas para detectarla
Si tenéis dudas a nivel individual o de pareja, es crucial abordar este problema de esterilidad desde un enfoque multidisciplinar, realizando un diagnóstico exhaustivo para identificar las posibles causas, que como decíamos pueden ser tanto femeninas como masculinas. Las siguientes pruebas sirven para medir los niveles y causas de la esterilidad:
Historia clínica completa y exploración física general
El primer paso en este tiipo de estudios es realizar una entrevista detallada con ambos miembros de la pareja, en la que se investigan aspectos clave como: historia familiar, antecedentes médicos y ginecológicos. En particular, la historia menstrual y obstétrica, la regularidad, duración y características de los cilos menstruales, la existencia de alteraciones menstruales, el uso de anticonceptivos, los abortos provocados o espontáneos, antecedentes de enfermedades de transmisión sexual, si ha habido aguna cirugía abdominal (de origen ginecológico o digestivo), los hábitos sexuales, la exposición a sustancias tóxicas o radiaciones, el consumo de medicamentos, tabaco, drogas, alcohol...
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Analítica general y serología
La analítica permite descartar ciertas enfermedades sistémicas que pueden producir infertilidad (diabetes, insuficiencia renal), y valorar el estado de nutrición. Deben realizarse serologías frente a rubéola, toxoplasmosis, sífilis, hepatitis B y C, y VIH. Si se sospecha la posible existencia de una enfermedad venérea, se tomarán muestras cervicales y vaginales para cultivo.
Valoración hormonal femenina
Evalúa la función ovulatoria de la mujer, mediante el estudio de el estado de las hormonas implicadas en la ovulación y el ciclo menstrual, lo cual puede suponer un 20% de todas las causas de esterilidad. Su estudio será uno de los primeros a realizar dentro del estudio básico de la pareja estéril.
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Estudio hormonal básico: a aquellas mujeres que presentan ciclos menstruales regulares, para confirmar la ovulación y detectar posibles defectos ovulatorios. Consiste en una determinación de la hormona foliculoestimulante (FSH) y la hormona luteinizante (LH) –que indican la reserva ovárica y la función hipofisaria– y el estradiol –analiza la fase folicular del ciclo– entre los días 3 al 5 del ciclo, y en otra determinación entre los días 21 a 24 del ciclo de progesterona.
Estudio específico del factor endocrino como causa de esterilidad: un desequilibrio endocrino puede alterar la función ovárica, produciendo ciclos sin ovulación y sin menstruación. Cuadros clínicos más característicos serían el aumento de hormonas masculinas, las alteraciones tiroideas (TSH), y el aumento de la prolactina (hormona que se encarga de la secreción de la leche), , cuyos desequilibrios pueden afectar la ovulación.
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Estudio de las trompas de Falopio
Las trompas desempeñan un papel importante en la preparación del huevo para la fecundación, así como en la nutrición y transporte del mismo hasta el útero. La esterilidad femenina por factor tubárico se debe a causas infecciosas o traumáticas, alteraciones en el endometrio, causas congénitas (desde el nacimiento) y causas tumorales.
Las técnicas diagnósticas de las que se dispone para estudiar las trompas son:
- Histerosalpingografía: inyección de un contraste yodado a través de la vagina y del cuello uterino. Esta es la prueba “básica” para evaluar la permeabilidad de las trompas de Falopio y detectar posibles bloqueos o malformaciones uterinas.
- Histerosonosalpingografía: exploración mediante ecografía del útero y de las trompas mientras se inyecta un líquido a través del cuello uterino.
- Salpingoscopia: examina directamente las trompas a través de un endoscopio.
- Laparoscopia: permite observar el exterior de las trompas y su entorno con la ayuda de un endoscopio rígido que se inserta a través de la pared abdominal. Se usa en casos específicos, ya que permite visualizar directamente la pelvis para diagnosticar y tratar afecciones como endometriosis o adherencias.
Estudio del endometrio
El endometrio es un órgano regulado hormonalmente del que depende la posibilidad de que el embrión pueda implantarse en el útero. El periodo de tiempo en que el endometrio humano es receptivo se denomina periodo de receptividad endometrial o ventana de implantación, y se produce por el efecto de la progesterona sobre un endometrio previamente preparado con estrógenos. El estudio del endometrio es necesario para descubrir las posibilidades de implantación que tiene una paciente durante un ciclo determinado. Con el empleo de las técnicas de reproducción asistida esta información es todavía más importante, ya que se sabe que el estado endometrial y, por lo tanto, la implantación, es el factor limitante para la consecución de embarazos. Las técnicas diagnósticas de estudio endometrial son:
- Métodos invasivos: biopsia endometrial. Se realiza en casos selectos para estudiar el revestimiento uterino y su preparación para un posible embarazo.
- Diagnóstico por imagen: ecografía transvaginal, que permite observar los ovarios y el útero. Ayuda a detectar quistes, miomas, endometriosis o anomalías uterinas.
- Diagnóstico hormonal: la regulación del crecimiento y diferenciación endometrial se debe fundamentalmente a las hormonas esteroideas ováricas, por lo que esta prueba ayudará a conocer el estado del endometrio).
Análisis convencional del semen (espermiograma o seminograma)
El varón es responsable de la esterilidad de la pareja en aproximadamente un 40% de los casos, debido principalmente a alteraciones de la concentración y de la calidad de los espermatozoides. Otras posibles causas son las mecánicas, que consisten en una dificultad para depositar el eyaculado en el tracto genital femenino.
La muestra de semen se debe recoger mediante la masturbación, tras un mínimo de 48 horas de abstinencia sexual, pero sin que hayan transcurrido más de ocho días. El coito interrumpido no sirve porque puede contaminar la muestra con secreciones vaginales, e incluso perderse una parte de la misma; además, la movilidad de los espermatozoides podría verse alterada por el pH ácido de la vagina. El uso de preservativos convencionales tampoco es aconsejable, ya que la mayoría contienen sustancias espermicidas, que afectarían a la calidad del esperma. No obstante, se comercializan otro tipo de preservativos, que carecen de sustancias espermicidas, y que se pueden emplear en los casos en que determinadas creencias (sobre todo de carácter religioso) impidan la masturbación.
Durante el transporte de la muestra, hay que evitar someter esta a temperaturas extremas (menos de 20º y más de 40ºC), y no deberían transcurrir más de 45 minutos hasta realizar los primeros análisis.
Lo ideal para el seminograma o espermiograma es analizar dos muestras de semen, con un intervalo no menor de siete días ni mayor a tres meses.
Los principales factores estudiados son:
- Recuento de espermatozoides.
- Movilidad espermática.
- Vitalidad espermática (espermatozoides que están vivos).
- Morfología espermática (porcentaje de espermatozoides que son morfológicamente normales).
- Test funcionales: para observar cómo actúan los espermatozoides.
En casos de alteraciones severas del espermiograma, puede realizarse un análisis genético, donde se estudian anomalías cromosómicas o mutaciones genéticas específicas, como el microdeleción del cromosoma Y.
Creado: 26 de marzo de 2012