Tratamiento para cada tipo de calvicie
Actualizado: 11 de diciembre de 2024
La pérdida de cabello puede ser una experiencia desafiante, pero en el mundo de la belleza y la medicina estética, las soluciones avanzan a pasos agigantados. Desde tratamientos tópicos hasta terapias innovadoras, hoy en día existen opciones adaptadas a cada tipo de alopecia, ya sea androgénica, areata, traumática o difusa. El secreto para recuperar una melena saludable está en entender qué tipo de pérdida de cabello estás enfrentando y elegir un tratamiento que se ajuste a tus necesidades específicas.
Y es que, el tratamiento a emplear para intentar poner remedio a tu problema de caída de cabello dependerá del tipo de calvicie que padezcas. Conoce la solución más adecuada para tu alopecia:
Soluciones para la alopecia androgénica o androgenética
Se refiere a la calvicie hereditaria, que mayoritariamente afecta a los hombres, aunque en casos aislados también pueden sufrirla las mujeres. Existen clínicas que tratan este tipo de alopecia con masajes y electroestimulación del riego sanguíneo en el cuero cabelludo, e incluso con la aplicación de ozono para oxigenar la raíz del pelo. Sin embargo, al tratarse de un problema hereditario, esta terapia no sirve para que la calvicie remita, sino para retrasar su desarrollo. Los tratamientos y sus precios varían en función del centro, pero pueden oscilar desde los 1.000 euros hasta los 3.000 euros.
Existen también fármacos para hacer frente a la alopecia androgénica, aunque el único que hasta ahora ha dado resultados concretos es el finasteride, desarrollado inicialmente para tratar una enfermedad de la próstata, pero luego se descubrió que, como efecto secundario, los pacientes perdían menos pelo y, en algunos casos, les volvía a crecer. Desde entonces, se utiliza para combatir la alopecia, aunque puede tener varios efectos secundarios, como reducción del deseo sexual o impotencia. Además, sus resultados sobre el cabello no son definitivos, por lo que cuando se deja de tomar el fármaco, la calvicie vuelve a hacer su aparición.
Soluciones para la alopecia areata
Este tipo de calvicie se identifica por tratarse de zonas, generalmente redondas, donde desaparece el pelo de forma localizada. Aunque no existe consenso científico sobre las causas de la alopecia areata, en algunos casos llega a atribuirse al estrés o a infecciones. La ventaja de este tipo de alopecia es que suele ser totalmente reversible, ya que no se destruye la raíz del cabello. Entre los contras, figura que una vez que se dan este tipo de casos, suelen reaparecer con más o menos frecuencia. En estos casos, el tratamiento será el indicado para combatir la causa de la alopecia, es decir, relajantes en el caso de tensión muscular o antibióticos si se trata de una infección.
La alopecia areata es una condición impredecible, pero con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado, es posible controlar su progresión y, en muchos casos, recuperar el cabello. La clave está en personalizar las terapias según la severidad y las necesidades de cada persona, para lo cual disponemos de:
- Tratamientos tópicos: como corticoides tópicos, que ayudan a reducir la inflamación en el cuero cabelludo y suprimir la respuesta inmunológica que ataca los folículos. El minoxidil, que estimula el crecimiento del cabello y puede complementar otros tratamientos. O inmunoterapia tópica, que son sustancias como el difenciprona (DPCP) pueden generar una reacción alérgica controlada para desviar la respuesta inmunológica de los folículos.
- Medicamentos sistémicos: se opta también por recurrir a corticoides orales o inyectables, en casos graves, para controlar brotes rápidos y severos. A inmunosupresores como metotrexato o ciclosporina, útiles en casos de alopecia extensa o resistente a otros tratamientos. O bien inhibidores JAK (Janus Kinase), que son una de las terapias más prometedoras, como tofacitinib o baricitinib, que modulan la respuesta inmunológica y han mostrado buenos resultados en estudios recientes.
- Terapias regenerativas: destaca el plasma rico en plaquetas (PRP) para estimular los folículos y promueve un entorno favorable para el crecimiento capilar.
- Cuidados específicos y hábitos: empezando por evitar el estrés, ya que puede desencadenar o empeorar los brotes. Prácticas como yoga, meditación o ejercicio regular pueden ser útiles. Se deben usar productos suaves y específicos para el cuero cabelludo sensible, evitando productos agresivos que puedan irritar.
- Opciones cosméticas: en casos de pérdida extensa, el uso de pelucas, prótesis capilares o micropigmentación puede ofrecer una solución estética mientras los tratamientos surten efecto.
- Apoyo psicológico: no hay que olvidar que la alopecia areata puede tener un fuerte impacto emocional. Participar en grupos de apoyo o hablar con un profesional de la salud mental puede ayudar a manejar el estrés y la autoestima.
Soluciones para la alopecia traumática
Se trata de la pérdida de cabello provocada por el mal cuidado del pelo. Puede tratarse de casos de mala higiene, que hace que se bloqueen los poros del cuero cabelludo, evitando así la oxigenación y aislando la raíz; e incluso de un problema con el peinado, ya que se pueden apreciar casos de alopecia traumática en personas que acostumbran a recogerse el pelo de forma muy tirante, estresando la raíz al someterla a una presión constante. Se incluye en este apartado la tricotilomanía, es decir, un trastorno compulsivo que lleva a una persona a arrancarse de forma sistemática el pelo de la cabeza o el bello de alguna parte del cuerpo.
En los casos de alopecia traumática, el tratamiento debe ser psicológico y de modificación de conducta o de malos hábitos capilares. La clave para tratarla es identificar y eliminar el factor causante mientras se fomenta la recuperación del cabello. Para ello existen las siguientes soluciones:
- Eliminar el factor de daño: se debe cambiar a peinados sueltos y cómodos para evitar la tracción excesiva. Así como limitar el uso de herramientas de calor y productos químicos agresivos como tintes y alisadores permanentes.
- Fortalecimiento capilar: hay que usar productos suaves y nutritivos que fortalezcan el cabello, como champús y acondicionadores con biotina, queratina o pantenol. E incorporar mascarillas hidratantes semanales para reparar el cabello debilitado.
- Estimulación del crecimiento: puedes darte masajes en el cuero cabelludo para mejorar la circulación y estimular los folículos. Productos como el minoxidil pueden ayudar en casos donde el daño no sea irreversible.
- Terapias avanzadas: aquí también el plasma rico en plaquetas (PRP) puede ser útil en casos más graves para regenerar el folículo. En casos de daño severo, el injerto capilar puede ser una solución definitiva si los folículos han quedado destruidos.
- Cuidado preventivo y nutrición: hay que mantener una dieta rica en proteínas, vitaminas (como biotina y vitamina E) y minerales esenciales. Además, se debe evitar la exposición prolongada al sol o a factores ambientales que puedan dañar el cabello.
Soluciones para la alopecia difusa
El término alopecia difusa hace referencia a la pérdida de cabello, total o parcial, producida por una enfermedad crónica o por un tratamiento farmacológico agresivo. Este tipo de alopecia suele desaparecer cuando el paciente se recupera de su enfermedad o abandona la medicación. Sin embargo, la pérdida repentina de cabello por esta causa suele tener un impacto psicológico mucho mayor que en el caso de la androgénica, especialmente en mujeres. En estos casos, al no existir un tratamiento que aminore la caída, se suele optar por medidas cosméticas que mitiguen el efecto psicológico, como el uso de pelucas.
La alopecia difusa, aunque puede parecer alarmante, generalmente es reversible si se aborda la causa subyacente y se adoptan hábitos de cuidado capilar adecuados. Para ello es importante consultar a un dermatólogo para realizar un diagnóstico preciso. Las causas más comunes incluyen estrés, deficiencias nutricionales, alteraciones hormonales (como hipotiroidismo) o enfermedades sistémicas. Posteriormente, se ha de tratar la condición médica o desequilibrio identificado, como reponer el hierro en caso de anemia o ajustar medicamentos si estos son responsables.
En paralelo, podemos apostar por seguir los siguientres cuidados:
- Mejorar la nutrición: incorporar a nustra dieta alimentos ricos en hierro, zinc, biotina, proteínas y ácidos grasos esenciales. En casos necesarios, complementar con suplementos bajo supervisión médica.
- Productos tópicos y tratamientos: el minoxidil puede estimular el crecimiento del cabello y fortalecer los folículos, ayudando a revertir la caída. También hay champús fortalecedores y lociones anticaída con ingredientes como cafeína o aminoácidos.
- Terapias avanzadas como el plasma rico en plaquetas (PRP) ayudan a estimular la regeneración capilar y mejora la calidad del cabello. Otra opción son las terapias con luz LED o láser de baja intensidad para promover el flujo sanguíneo al cuero cabelludo.
- Reducir el estrés: debido a que el estrés crónico es una causa frecuente de alopecia difusa, podemos incorporar en nuestro día a día técnicas de manejo del estrés como yoga, meditación o ejercicio físico.
- Evitar prácticas dañinas: recuerda reducir el uso de herramientas de calor, productos químicos agresivos y peinados que ejerzan presión en el cabello. En su lugar, mejor usar productos suaves y adaptados a un cuero cabelludo sensible.
Creado: 11 de julio de 2012