Tratamientos capilares a evitar durante el embarazo
Actualizado: 11 de diciembre de 2024
A las mujeres embarazadas les suelen surgir dudas acerca de si pueden continuar tiñéndose el pelo o qué productos no son convenientes o pueden incluso resultar peligrosos en su estado. ¿Puedes seguir tiñendo tu cabello? ¿Qué pasa con los productos anticaída o los alisados químicos? La buena noticia es que no tienes que renunciar a sentirte guapa, pero sí es importante saber qué técnicas y productos evitar durante estos meses tan delicados.
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A continuación te decimos qué tratamientos capilares es mejor evitar durante el embarazo:
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Los tratamientos anticaída pueden contener sustancias, como el minoxidil, que podrían ser perjudiciales para el feto, ya que no hay suficiente evidencia sobre su seguridad durante el embarazo y podrían ser absorbidos por el cuerpo. Por ello, siempre debes consultar con tu médico si puedes utilizarlos, o suspender su uso hasta después del parto o hasta finalizar la lactancia.
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Los tintes de pelo. La mayoría de los ginecólogos aconsejan no teñir el pelo durante el primer trimestre del embarazo porque el amoniaco, un químico presente en este producto, podría irritar las vías respiratorias y, en grandes exposiciones, afectar al desarrollo del feto. En la actualidad muchos tintes han disminuido significativamente el contenido de amoniaco, y "a las embarazadas se les debe hacer siempre una prueba de alergia previa para comprobar si han desarrollado algún tipo de intolerancia con el cambio hormonal", explica a Webconsultas Beatriz Guerrero, directora del Centro de Belleza Ángela Navarro, pero para estar seguros de su inocuidad, lo mejor es que recurras a tintes naturales, de origen vegetal, que no contengan oxidantes ni amoniaco, o también puedes colorear las canas con henna.
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Permanentes, decoloraciones, alisados… También es mejor evitarlos, porque las sustancias químicas que se usan en estos tratamientos podrían perjudicar al feto, y no hay estudios científicos al respecto ni a favor ni en contra pero, ante la duda, es mejor posponer un cambio de imagen. De hecho, los alisados permanentes, como los tratamientos con formaldehído, son altamente desaconsejados, ya que este compuesto químico puede ser tóxico incluso en pequeñas cantidades.
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Las mechas. Esta forma de coloración sí está permitida, porque al aplicarlas no es necesario impregnar el cuero cabelludo, por lo que el tinte no entra en contacto con la piel, aunque es recomendable que la embarazada use una mascarilla para evitar inhalar vapores químicos y que sean aplicadas en ambientes bien ventilados. Si tu cabello se ha vuelto más seco durante la gestación, debes tener en cuenta que las mechas lo pueden resecar aún más.
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Para el lavado y cuidado del cabello fíjate en las etiquetas de los champús y acondicionadores y escoge productos libres de parafinas, ftalatos –presentes en lacas para el pelo–, parabenes o siliconas. Mejor si empleas productos de cosmética natural.
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Si estás embarazada y quieres cuidar tu cabello, la clave está en elegir alternativas más naturales. Los aceites nutritivos, como el de coco o argán, y los tratamientos hidratantes caseros pueden ayudarte a mantener una melena sana y radiante. Consulta siempre a tu médico o dermatólogo antes de iniciar cualquier tratamiento y recuerda que esta etapa es temporal: una melena natural y bien cuidada será el complemento perfecto para la belleza que irradias al traer una nueva vida al mundo.
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Creado: 20 de enero de 2014