El primer teléfono móvil de tu hijo
Actualizado: 23 de diciembre de 2024
Los niños son protagonistas cada vez en edades más tempranas del fenómeno de la conectividad móvil. Ya desde los dos o tres años empiezan a asomarse al teléfono de sus padres y a manejarlo de manera habitual, familiarizándose con sus funcionalidades casi antes de ser capaces de hablar de forma clara, o de aprender a leer. Este manejo tan fluido nos suele hacer mucha gracia en niños tan pequeños, pero ni mucho menos debemos dejar que se relacionen con estos dispositivos de una forma descontrolada.
Y es que una premisa que se repite una y otra vez cuando hablamos de la crianza de los hijos es que vosotros sois su modelo de comportamiento, y como a un niño le resulta más fácil hacer las cosas si parte de un modelo, vosotros tenéis que predicar con el ejemplo para que no use el smartphone de manera inadecuada. Es fundamental dialogar constantemente con vuestro hijo, ponerle unos límites y unas normas, y establecer un patrón de uso racional del dispositivo. Es más, el principal modo de prevenir un mal uso o comportamientos de riesgo que pueden conllevar problemas futuros es involucrarse en esta educación tecnológica desde el principio.
¿Cuándo comprar a tu hijo su primer teléfono móvil?
Vemos a muchos niños de tres o cuatro años, e incluso menores, que manejan diversas aplicaciones en los teléfonos móviles de sus padres; principalmente juegos adaptados a su edad, aplicaciones para pintar o colorear, e incluso vídeos de dibujos animados. Sin embargo, debido a los riesgos inherentes al uso de cualquier tipo de pantallas por la población infantil, la Asociación Española de Pediatría (AEP) ha actualizado sus recomendaciones al respecto y ha elevado el rango de edad por debajo del cual consideran que no debe exponerse a los niños a pantallas, que pasa de los 2 a los 6 años. Por lo tanto, lo ideal es que los niños no tengan acceso a pantallas, y muchos menos a un teléfono móvil, antes de los seis años.
Posteriormente, la utilidad principal del teléfono será estar en contacto con los padres y con los amigos, ya que tener un móvil es pertenecer al grupo. El niño ve que todos a su alrededor lo tienen y comienza a pedir su propio terminal. Concretamente, según la Guía para padres y educadores sobre el uso seguro de Internet, móviles y videojuegos realizada por la Fundación Gaudium, la oficina del Defensor del Menor en la Comunidad de Madrid, y la Obra Social de Caja Madrid, “las llamadas de voz (94,7%), las llamadas perdidas (92,9%), y los mensajes de texto (90,7%), son las formas de comunicación que los menores españoles utilizan en mayor medida. Además, la música (71,4%) y los juegos (51,6%) son los servicios más demandados”.
Entonces, ¿cuándo debemos comprar a nuestro hijo su primer teléfono móvil? Pues no hay una edad concreta, sino que hay que fijarse en cada caso, en la madurez de cada pequeño, y en las circunstancias específicas de su estilo de vida que hacen que pueda necesitar este aparato. Y es que a ciertas edades puede ser relativamente útil, pero no es realmente necesario. Lo que debemos dejar claro a nuestro hijo desde el primer momento es que la función principal del teléfono es la comunicación, y que es por esto por lo que resulta aconsejable que lo tenga.
En este sentido, los expertos recomiendan que los niños no dispongan de su propio teléfono antes de los 12 años. A partir de esta edad, aumenta su necesidad de independencia y pasan más tiempo lejos de nosotros. Además, acceden a una nueva etapa escolar, la Educación Secundaria, y esto supone un gran cambio para ellos. Es ya buen momento para que comiencen a asumir responsabilidades como las que supone disponer de su propio teléfono móvil. A los padres, el aparato nos servirá para estar en contacto continuo con ellos, tenerlos localizados, y poder controlar sus salidas.
Consejos sobre la edad de uso de dispositivos móviles en la infancia y adolescencia
Los expertos de la Asociación Española de Pediatría (AEP) han hecho una serie de recomendaciones sobre el uso de estos dispositivos en niños y adolescentes, ya que desde el ámbito familiar y educativo se ha propuesto retrasar la edad a la que los menores deberían tener su primer smartphone. Por ello, el grupo de trabajo de Salud Digital del Comité de Promoción de la Salud de la Asociación Española de Pediatría ha compartido las siguientes consideraciones:
El mal uso de la tecnología digital afecta a la salud física, mental, sexual y social. En la infancia y en la adolescencia también afecta al neurodesarrollo y al aprendizaje.
- La edad a la que se empieza a usar el dispositivo no es el único factor a tener en cuenta, sino que hay otros igual de importantes o más, como el uso que los progenitores hacen de los dispositivos, si existen límites para su uso o finalidad, el tipo de dispositivo y de contenido que se visualiza, el acompañamiento que hacen los padres y madres a los niños mientras usan los dispositivos, cuándo y dónde se utilizan, o la madurez de cada niño o niña al comenzar a usar las pantallas.
- Es necesario que se desarrolle una normativa que exija a las aplicaciones dirigidas a los niños el cumplimiento de ciertas obligaciones, entre ellas limitar a los menores el acceso a contenidos para adultos.
- Proteger a niños y adolescentes de los potenciales riesgos de las pantallas requiere una acción colectiva y consensuada entre padres, educadores e instituciones encargadas de la protección a la infancia, las empresas tecnológicas y la sociedad en general.
- Los pediatras estamos comprometidos con la protección de la salud de la infancia y la adolescencia y estamos a disposición de las familias para ayudar a resolver las dudas acerca de estas cuestiones. La clave es aprender a hacer un uso saludable de los dispositivos digitales a cualquier edad, tal como se expone en el Plan Digital Familiar de la AEP.
Además, en diciembre de 2024 y con motivo de las fiestas navideñas y los regalos que se hacen en estas fechas a los más pequeños de la casa, los expertos de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap) advirtieron a través de una nota de prensa que el móvil no es un regalo para los niños, sino un problema, ya que, como explicó el Dr. Pedro Gorrotxategi, presidente de la AEPap, el uso de móviles provoca:
- Retrasos del lenguaje entre los más pequeños, pero también en niños más mayores.
- Aumento del sedentarios y de la obesidad y sobrepeso.
- Problemas visuales como fatiga visual y miopía.
- Alteraciones del sueño.
- problemas cardiovasculares a largo plazo.
"El empleo de teléfonos móviles entre los más pequeños se vincula con fenómenos como el bullying y el aislamiento, alteraciones en la dinámica de relación con los padres, trastornos de ansiedad, del comportamiento alimentario e impulsividad. Asimismo, facilita el acceso a contenidos violentos o sexuales, o simplemente inadecuados para la edad", añade el experto.
Y concluye que, de acuerdo con el Informe del Comité de Expertos de Infancia y Juventud para crear entornos digitales seguros, "se recomienda evitar el uso de dispositivos digitales hasta los tres años y, de tres a seis, recomiendan sólo un uso puntual y supervisado por un adulto con el objetivo de mantener un contacto social o familiar".
Creado: 21 de diciembre de 2015