Incluir más fibra en la dieta reduce el riesgo de problemas coronarios

La fibra alimentaria nos ayuda a mejorar el tránsito intestinal, evitando el estreñimiento, y regula nuestros niveles de glucosa en sangre, e incluso los de colesterol, y ahora un nuevo estudio realizado por miembros de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), añade a sus propiedades beneficiosas para la salud que podría ayudar a prevenir las enfermedades cardiovasculares y disminuir el riesgo de sufrir una muerte prematura.

Para llegar a esta conclusión, que ha visto la luz en la revista The Lancet, se hizo una revisión de 180 estudios observacionales y 50 ensayos clínicos de los últimos 40 años. Los resultados indicaron que las personas que tomaron más cantidad de fibra en su dieta diaria y alimentos integrales tenían entre un 15% y un 30% menos riesgo de muerte prematura y entre un 16 y un 24% menos riesgo de enfermedad coronaria, accidente cerebrovascular, diabetes tipo 2 o cáncer colorrectal.

La población mundial consume de media unos 20 gramos de fibra al día, una cifra por debajo de entre los 25 y 29 gramos que recomienda la OMS

En otros términos, se podrían evitar 13 muertes y seis casos de enfermedad coronaria por cada 1.000 personas con la ingesta de fibra recomendada. La fibra se encuentra en las verduras y frutas como las naranjas, manzanas o cebollas, y también en la avena, las nueces, las legumbres, los cereales integrales, el trigo o en las cáscaras de la fruta. Los autores de este metaanálisis también aconsejan sustituir los granos refinados por granos integrales.

Recomendaciones de consumo de fibra diario

En base a estos resultados, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido como recomendaciones de consumo diario de fibra la ingesta de al menos entre 25 y 29 gramos, obteniendo beneficios adicionales en los casos en los que se amplía a 30 gramos.

No obstante, estas recomendaciones no son cumplidas por la mayoría de la población mundial, ya que la ingesta se ha estimado en menos de 20 gramos de fibra al día. En el caso de España, según los últimos datos de la Fundación Española de Nutrición (FEN) los españoles consumen de media unos 15,8 gramos diarios, una cifra que también está por debajo de lo aconsejado.

Según Andrew Reynolds, uno de los autores del estudio, aumentar ocho gramos de fibra en la dieta añadiendo, por ejemplo, un puñado de almendras, cuatro albaricoques secos o copos de salvado, lograría un gran cambio en la salud de las personas.