Honjok, el arte de saber estar solo
Actualizado: 5 de mayo de 2023
La creciente globalización nos acerca cada año formas y estilos de vida característicos de otros países que, de la noche a la mañana, se convierten en tendencia mundial. Ahí están el ejemplo del Hygge danés y su búsqueda de la felicidad en los pequeños placeres cotidianos, el menos es más del Lagom sueco o el secreto mejor guardado de la cultura japonesa para vivir más y mejor, el Ikigai. A esas tendencias se ha unido en los últimos años otro estilo de vida que no hunde sus raíces en la historia, sino que es un movimiento reciente y creciente con base en Corea del Sur: el Honjok o la celebración del arte de estar y saber estar solos. Un plan vital del que se hace eco Francie Healey en su libro 'Honkok: el arte de vivir en soledad' (Libros Cúpula).
Se trata de modo solitario de vida que, por otro lado, con los aislamientos y confinamientos que se han sucedido y suceden por todo el planeta por el coronavirus, estamos empezando a adoptar cada vez más en occidente. La pregunta es si sabemos vivir y hacer planes solos o incluso llegar a disfrutar de esa soledad escogida.
¿Qué es el honjok y de dónde surge?
El término Honjok es un juego de palabras formado por dos conceptos, hon (solo) y jok (tribu). Y el hecho de que el concepto que hace referencia a la soledad vaya primero no es baladí. Todo lo contrario. Es la muestra de la imposición de un nuevo estilo de vida que crece cada vez más como respuesta al tradicional coreano. Y es que, hastiados de las obligaciones sociales y familiares, de los caminos marcados del matrimonio, la familia y el trabajo, de la competencia laboral feroz en un país educativamente puntero, y de lo tics machistas familiares aún vigentes, los jóvenes coreanos están apostando por la soledad elegida como forma de vida. Este último punto, el de los tics machistas, tiene su importancia, ya que en determinados contextos el Honjok es observado también como un movimiento feminista: la mayoría de quienes eligen este camino son mujeres que escapan de las convenciones sociales del matrimonio y la maternidad.
En determinados contextos el Honjok es observado también como un movimiento feminista: la mayoría de quienes eligen este camino son mujeres que escapan de las convenciones sociales del matrimonio y la maternidad
Esto supone una ruptura total con la tradición de un país en el que hace no tanto lo habitual eran las familias numerosas. Las cifras no engañan. Según datos de la ONU obtenidos en base a la media de más de 200 países, la tasa de fecundidad en el mundo entre 2015 y 2020 es de 2,47. En Corea del Sur de 1,1, una de las más bajas del planeta. Otro dato que da muestra de la tendencia: el número de hogares unipersonales representaba apenas el 9% en 1990. En 2010 esa cifra ya subió hasta el 24%. En 2020 uno de cada tres hogares coreanos es unipersonal. Para 2050 se espera que lo sean uno de cada dos.
Tipos de honjok: formas de disfrutar una soledad elegida
Lo importante para los defensores del Honjok es que la soledad derivada de este estilo de vida no tiene ninguna de las connotaciones negativas que le podríamos atribuir al estar solo, ya que se trata de una soledad elegida, un arte en cierto modo al que se agarran por diferentes motivos: entre ellos la posibilidad de tener un mejor estilo de vida y más dinero disponible, el evitar el estrés que causan las relaciones sociales, familiares y laborales, y, como ya hemos comentado, una confrontación directa con el modelo tradicional que representan las generaciones anteriores, en las que el concepto de familia y tribu era el bien supremo.
El crecimiento del concepto Honjok ha sido tal desde 2010, cuando empezó a utilizarse por primera vez en el país coreano, que de él han surgido ya tres tipologías de Honjok:
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La primera sería el Hon-bap, que se refiere al hecho de sentir satisfacción por comer solo en un restaurante, encerrado en uno mismo, sin ser consciente de las miradas de los demás.
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La segunda es el Hon-nol, que hace referencia al disfrute del tiempo de ocio en soledad. Aquí entrarían actividades diversas como ir solo al cine, al teatro o de compras, cantar en un karaoke sin estar expuesto a las miradas de los demás, viajar sin compañía, etcétera. Seguramente sea la tipología que más refuerza esa idea de “arte de estar solo” asociada al Honjok.
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Por último estaría el Hon-sul, que designa al hecho de beber en soledad. Según estadísticas públicas coreanas, el 85,2% de las personas que practican hon-sul lo hacen en casa. Y es que en el hogar, a diferencia de en un pub o en un bar, la soledad no puede ser enturbiada.
Solitarios, un nuevo foco de negocio
La expansión del Honjok ha sido tal que a las empresas y negocios coreanos no les ha quedado otra que dar su reconocimiento al movimiento y abrir paso en sus locales y establecimientos a la cultura honjok, que en los últimos años, dicho sea de paso, se ha convertido en una nueva fuente de negocio.
Y es que, según datos de una encuesta de la Cámara de Comercio e Industria de Corea, los jóvenes que viven en hogares unipersonales tienen una renta disponible (entendida como la que queda disponible para consumo y ahorro tras hacer frente a los gastos básicos –hogar, electricidad–) muy superior a la de los hogares formados por tres o cuatro personas, lo que los convierte en un atractivo para las empresas.
No es de extrañar, por tanto, que en los últimos años hayan proliferado en Corea restaurantes que establecen deliberadamente mesas de un solo asiento, agencias de viajes especializadas en las personas que hacen turismo solas y marcas que se centran en el diseño de productos innovadores para hogares unipersonales, como pueden ser muebles con múltiples funciones pensados para una sola persona o electrodomésticos pensados para estos nuevos hogares, como las mini lavadoras.
La pandemia de COVID-19 nos hace reflexionar en occidente si somos (o queremos) ser capaces de vivir solos y explorar más a fondo nuestro mundo interior, valores y necesidades.
Creado: 22 de septiembre de 2020